Al mencionar la leche, la natilla, el queso y otros lácteos»¦ arrugan la cara. No por gusto sino porque su consumo les pasó una dolorosa factura y, mientras por años se calificaron con frases como «soy como un ternero» o «en otra vida, seguro fui ratón» ahora esos productos -altos en valiosos nutrientes- los mantiene con una estampa que dice: «intolerante».
Mitos alrededor de los lácteos sobran, lo cierto es que algunas personas no están hechas para disfrutarlos.
La nutricionista Melania Cevo, de Consultas Nutrición explica que «muchas personas conforme pasan los años van perdiendo enzimas que se encargan de la digestión adecuada de algunos de los nutrientes que vienen en ellos».
Su colega Milagro Mora, nutricionista de Dos Pinos, asegura que consumirla desde la infancia «puede favorecer una adecuada salud ósea en la etapa adulta, principalmente por el aporte de calcio».
dolor-de-ovarios
«Son un alimento muy adecuado», dice la gastroenteróloga del Hospital Metropolitano, Sandra Chaves, «lo que pasa es que existen condiciones, donde las personas nacen con predisposiciones genéticas a ser intolerantes a los lácteos», de manera que sus organismos producen una molécula, una enzima (lactasa), capaz de destruir la lactosa, otra enzima que se encuentra en los productos lácteos.
«Se puede manifestar desde la infancia o adquiriéndose a diferentes edades y conforme van pasando los años, va aumentando la intolerancia», Dra. Sandra Chaves, gastroenteróloga.
Es así como, aunque usted haya consumido lácteos por mucho tiempo en su vida puede volverse intolerante a la lactosa y «los síntomas son desde que se «infla la panza», retorcijones «“ese dolor tipo cólicos-, dolor abdominal o diarrea», aseguro la Doctora Chaves.
Se dice que»¦
Mayra Villegas, nutricionista de la Ucimed, rastreó para crhoy.com los mayores mitos acerca de los lácteos, por ejemplo que no se debe consumir lácteos luego del periodo de lactancia.
«Los estudios actuales y el avance tecnológico han determinado que el pico de masa ósea (mayor cantidad de hueso alcanzado) del ser humano se encuentra entre los 25 y 30 años de edad. Y que luego de esta fase continúa la pérdida de esta masa en el adulto, durante la cual, los huesos se renuevan continuamente», explicó.
¿Es la persona intolerante a la lactosa o alérgica a los lácteos?
«No, estos términos son distintos entre sí. La persona intolerante es aquella que no digiere cierta cantidad de lactosa (carbohidrato de la leche). La alérgica es aquella que produce una reacción inmunológica en presencia de proteína de la leche (principalmente la caseína)», detalló Villegas.
¿Una persona intolerante tampoco puede comer helados, yogur y queso?
«Existen niveles de intolerancia, existe alto, medio y bajo. Debido a que el porcentaje de lactosa es menor en el queso, el helado y el yogur, la persona que aún no sabe lo suficiente acerca de su intolerancia, deberá también probar el yogur y el queso. Un nivel de intolerancia bajo le permitirá el consumo de cualquier lácteo a excepción de la leche. Si su nivel es alto, solo podrá consumir lácteos sin lactosa (deslactosados)»
Alergia versus intolerancia
Cada una desarrolla síntomas similares.
La Dra. Chaves explicó que en el caso de la intolerancia, los efectos no se manifestarán de inmediato y con sólo no consumirlos deberían mermar.
Las alergias, dice Chaves son tema de otro canasto, sus síntomas se manifiestan no como hinchazón, ni brotes, «sino son dolor abdominal, cólicos, diarrea, en niños recién nacidos hasta sangraditos».
Síntomas de la intolerancia Síntomas de la alergias
Vómitos Dificultad para respirar
Diarrea Tos
Colitis Urticaria
indigestión Inflamación
Fuente: Consultas con las especialistas citadas
Beneficios de los lácteos
Milagro Mora por su parte, explicó algunos de los muchísimos beneficios de los lácteos.
Por ejemplo, el yogur es un alimento de fácil digestión, denso en nutrientes, que promueve la saciedad y aporta proteína de alta calidad. Además regula el tránsito intestinal lento, a mejorar movimientos intestinales, le permiten mejorar los niveles de glicemia y favorecen la digestión de la lactosa, entre otros.
El queso es un lácteo concentrado, alto en proteína y fuente natural de calcio.
Las grasas como la natilla pueden formar parte de una alimentación saludable, el consumo de su porción recomendada, de 2 cucharadas o 30 gramos, no afecta la salud.
Los helados son otras opciones de lácteos fuente de calcio. Aumenta la absorción de calcio, regula los lípidos en sangre, regula los niveles de azúcar en sangre. La porción recomendada de este alimento es de ½ taza.