Cómo congelar productos lácteos (leche, mantequilla, queso…)
La leche debe congelarse en buen estado y cunado su fecha de conservación no se cumplido. La leche que se compra en los establecimientos normalmente está exenta de patógenos y se considera un producto de calidad y seguro. No obstante si está contaminada (por ejemplo por una mala conservación) es importante saber que después de la congelación permanecerá contaminada.
El proceso de congelación no elimina los patógenos. Si se congela debe hacerse de forma rápida (menos de 20 minutos) para evitar la cristalización de los triglicéridos y una deformación del glóbulo de grasa, provocando importantes alteraciones. La leche se mantiene en el congelador en buen estado unos seis meses; la condensada y la pasteurizada, solo tres meses. La descongelación debe hacerse gradualmente, mejor dejarla en el frigorífico normal hasta que se descongele.. Evitar cambios bruscos de temperatura.
El queso fresco no es recomendable su congelación. La razón es que su alta cantidad de agua al congelarse reduce buena parte de sus cualidades y aspecto. El queso rallado se puede guardar perfectamente en bolsas de plástico durante unos 8 meses aproximadamente. El resto de quesos pueden congelarse, es muy recomendable que estén envasados de forma correcta con un envoltorio. Los quesos en crema también toleran las bajas temperaturas de congelación y duran unos seis meses, meterlos en envases con cierre hermético.
La mantequilla o la margarina se pueden congelar perfectamente. Es ideal congelarlas en su propio envase o, si no se dispone del mismo, se pueden envolver en papel de aluminio. El tiempo de congelación varía si son saladas o no. Las mantequillas o margarinas saladas se conservan en el congelador entre uno y tres meses, mientras que las restantes se conservan unos 6 meses aproximadamente.