Hollandse Geitenkaas

Leche: Cabra

Tipo: Pasta semi-dura, cocido, prensado, corteza natural encerada

Materia Grasa: 50%-60%

Maduración: De 25 días a 4 semanas

Aspereza: Suave a media (dependiendo de la maduración)

Vino: Marcel Deiss Riesling (D.O. Alsacia)

País de origen: Holanda

Región: Todo el país

Notas: El Hollandse Geitenkaas es una indicación geográfica tradicional que designa un queso de consistencia media, producido en los Países Bajos y madurado de forma natural o envuelto en una hoja, cuya preparación es comparable a la del Gouda, y que se fabrica con leche pasteurizada de cabra procedente de explotaciones de cría de ganado caprino establecidas en los Países Bajos. El Hollandse Geitenkaas está listo para el consumo tras una maduración natural que da origen a la formación de una corteza, o tras una maduración envuelto en una hoja, sin formación de corteza. La duración de la maduración es de cuatro semanas, con un mínimo de veinticinco días.

Durante la maduración, el color pasa del blanco, en el caso del Hollandse Geitenkaas joven y semicurado, al marfil, en el del curado.

El Hollandse Geitenkaas tiene una pasta de blanda a maleable al cabo de cuatro semanas; cuanto más disminuye su contenido en agua, más dura se vuelve la pasta. Al corte, el queso puede presentar agujeros, cuya distribución no es necesariamente uniforme. Tras una maduración natural, la corteza está bien formada, lisa, seca, limpia y sin moho. El sabor es ligero, suave y puro. El gusto y el olor se vuelven más intensos con la maduración.

Puede añadirse al queso todo tipo de aromatizantes, especias o verduras, como ortigas, alholva, tomillo y tomate, siempre que su gusto característico pueda sentirse en el queso. Un ejemplo de este queso aromatizado con hierbas es el Geitenkaas Met Kruiden.

Este queso tiene solicitada la DOP Europea desde diciembre del 2014.

El queso se comercializa en forma de cilindro plano se entiende una forma redonda, cuya superficie lateral se une suavemente a las caras superior e inferior, y cuya altura va de un cuarto a la mitad del diámetro, y su peso oscila entre 1,5 y 20 kg.

Puede servirse con pan y encurtidos o en una tabla de quesos. El más joven puede cortarse en lonchas para bocadillos calientes, hamburguesas o patatas asadas. Podemos rallar los quesos más viejos para hacer sopa de queso o platos gratinados, así como para hacer salsas. Lo acompañaremos con un vino Riesling alsaciano.