Quiere tener bebés? Comer helado y beber leche entera puede ayudarla. Al menos así lo sugiere un nuevo estudio que establece que las mujeres que consumen una porción diaria de lácteos con alto contenido de grasa reducen el riesgo de infertilidad causado por la falta de ovulación en más de una cuarta parte comparadas con aquellas que sólo ingieren una porción por semana.
La nueva investigación fue hecha por investigadores de la Universidad de Harvard. El estudio también mostró que, cuantos más lácteos descremados consumían las mujeres, menos probabilidades tenían de ovular. Las que consumían al menos dos porciones de lácteos descremados por día aumentaban el riesgo de infertilidad en un 85% con respecto a las que consumían menos de una porción por semana, según el estudio, publicado ayer en la revista Human Reproduction.
«Lo que pensamos en este momento es que la grasa de los lácteos en sí o algún elemento que viaja por esa grasa, como las hormonas sexuales de la vaca presentes en la leche, puede explicar esta asociación», dijo Jorge Chavarro, jefe de los investigadores.
Chavarro y sus colegas calculan que del 10 al 15% de las parejas que tratan de concebir se encuentran con algún problema de fertilidad, y la falta de ovulación es su causa en una cuarta parte de los casos.
Esclarecer cuál es el papel de la ingesta de lácteos es importante ya que el gobierno estadounidense aconseja a las mujeres comer dos o tres porciones diarias de lácteos descremados. La relación entre los lácteos descremados y la ovulación requiere de nuevas investigaciones para confirmar estos hallazgos, aclaró Chavarro, que trabaja en el departamento de nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard.
Los actuales lineamientos dietarios «pueden ser perjudiciales para las mujeres que planean quedar embarazadas», según Chavarro.
Los investigadores estudiaron a 18.555 mujeres de entre 24 y 42 años que trataron de quedar embarazadas entre 1991 y 1999. Cada dos años, se les preguntaba si habían tratado de concebir y, si no habían tenido éxito durante más de un año, se les preguntaba por qué. También brindaron información sobre lo que bebían y comían. Unas 438 mujeres informaron infertilidad debida a falta de ovulación.
Este problema, conocido como infertilidad anovolulatoria, se presenta cuando los ovarios no producen óvulos. Puede ser causado por la dieta, los desórdenes alimentarios, el ejercicio excesivo o los quistes. El uso a largo plazo de píldoras anticonceptivas también es un motivo posible.
Estudios anteriores indicaban que la lactosa puede estar asociada a este tipo de infertilidad, pero Chavarro no observó «ni una asociación positiva ni una negativa». Tampoco se encontró relación con la ingesta de calcio, fósforo o Vitamina D.
Dada la inexistencia de otros estudios más profundos, los investigadores aconsejaron a las mujeres que intentaban concebir que abandonaran el consumo de productos lácteos con bajo contenido de grasa como la leche descremada y empezaran a ingerir lácteos enteros. El aporte total de calorías debería permanecer dentro de los límites normales, señalaron.
Las mujeres que participaron en el estudio formaban parte de un grupo mayor de 116.000 incluidas en el II Estudio de Salud de Enfermeras, financiado por el gobierno de EE.UU.