Queso Feta

Queso Feta:

El queso Feta es un queso de pasta blanda, graso, elaborado con leche de cabra entera pasteurizada, acidificada por cultivo de bacterias lácticas, coagulada por acción enzimática y masa afinada en salmuera. Presenta corteza lavada. Textura de la masa: blanda y firme al corte. Variantes más maduradas presentan textura quebradiza. Corteza (cuando la posee) entera, lisa, poco consistente. Sabor suave (variante natural) o más acentuado (variante en aceite con especias). Aroma suave y agradable.

NOTA: Esta clasificación es provisoria, dado que hasta la fecha el Código Alimentario Argentino no tiene una para los quesos de cabra. El INTI Lácteos se encuentra actualmente desarrollando un proyecto de clasificación para los quesos de cabra. Existen creencias de la existencia en América de caprinos antes de la conquista española, especie que se extinguió por causas aún desconocidas. Después del segundo viaje de Colón, está documentado el ingreso de ganado caprino en nuestras tierras. Las razas introducidas fueron varias, y por razones naturales se fueron convirtiendo en la hoy denominada raza criolla, siendo en nuestros días la raza más numerosa de la Argentina. La raza criolla es basicamente una cruza de las razas Celtibérica y Castellana de Extremadura, introducida por los españoles en épocas de la conquista. Otras razas utilizadas en nuestro país son la Saanen y la Anglo Nubian. El queso de cabra constituye el más importante derivado de la leche de cabra, en diferentes regiones de nuestro territorio, el mismo se elabora en forma artesanal, con características y presentación que varían de acuerdo con el proceso de elaboración y costumbres propias de cada lugar. El queso Feta es producido en varias regiones de nuestro país en forma artesanal y es comercializado en buena parte del territorio argentino. Basado en la elaboración del queso Feta griego, este queso se presenta en hormas tradicionales, piezas fraccionadas o en frascos de vidrio de forma hexagonal conteniendo el queso trozado (175 gramos) en aceite vegetal con especias. Es común encontrar referencias de su fabricación con leche de vaca y también de oveja (Bulgaria, Dinamarca y Grecia). En nuestro país se lo produce con leche de cabra.

Usos culinarios: Se lo consume en las tradicionales «picadas», o acompañando ensaladas y platos fríos.

Maridaje: Va muy bien con el vino tinto ligero y frutoso, con el blanco y los espumantes.