Si no le gusta natural, puede agregar frutas o mermeladas para agradar el paladar. SANTO DOMINGO. Confieso que la primera vez que vi un yogurt, hace muchos años ya, fue por la televisión por cable. De donde somos, degustábamos la «boruga», que viene siendo el primo campestre de esta maravilla en empaque individual.
Si es de lo que pone mala cara cuando le presentan un «vasito de yogurt», le recomiendo que siga leyendo…a pocos alimentos en el mundo les va bien la categoría de «superalimentos». El yogurt es uno de ellos.
Una palabra mágica: sinergia
Uno de los aspectos más importantes del yogurt como fuente de beneficios a la salud es la sinergia de dos sustancias contenidas en él: prebióticos y probióticos. Los prebióticos son ingredientes no digeribles en los alimentos que estimulan la actividad y/o el crecimiento de bacterias beneficiosas en el colon, incrementando la absorción de minerales como el calcio, el magnesio, hierro y zinc.
Los probióticos, por su parte, se definen como microorganismos vivos que tomados en cantidades adecuadas resultan beneficiosos a la salud. Ya lo decía Plinio en el año 76 AC y lo demostró Pasteur para fortuna de todos nosotros.
Beneficios de los probióticos:
Son los resultados probados a nivel del tracto intestinal que elevan al yogurt a la súper categoría de los alimentos. A final de cuentas, un sistema digestivo saludable es indispensable para la vida. Puede comer la comida más nutritiva; si su organismo no la absorbe adecuadamente…está «frito». A medida que nos hacemos viejos, la efectividad del sistema disminuye, lo que da mayores razones para consumir yogurt y mantener el sistema digestivo en buen estado.
El yogurt contiene, sumado a lo anterior:
Proteínas completas, calcio, vitamina B2 (riboflavina), vitamina B12, potasio, magnesio y zinc. ¿La recomendación diaria? Dos tazas.
Los componentes vivos del yogurt (Live active cultures):
Antes de seguir describiendo sus múltiples beneficios, es necesario acotar que nos referimos al yogurt con cultivos vivos. La leche, homogeneizada y pasteurizada, se inocula con cultivos de bacterias y se espera, en el tiempo y temperatura adecuados, que la lactosa se transforme en ácido láctico.
Un alimento superpoderoso
Contra el cáncer: Se ha demostrado la eficacia del yogurt contra el cáncer, particularmente de colon y de seno, al estimular el sistema inmunológico e inhibir el crecimiento de microflora patógena a nivel intestinal.
Contra la intolerancia a la lactosa: Créalo o no, solo un cuarto de los adultos en el mundo toleran la leche. Esta condición elimina una importante fuente de calcio de la dieta diaria. El yogurt les proporciona el calcio que no consumen por otras fuentes lácteas.
Contra las úlceras gástricas: los probióticos ayudan a eliminar la bacteria helicobacter pylori, causante de úlceras y de cáncer.
Contra la diarrea: ¿Alguien tiene idea de la cantidad de personas que mueren diariamente por diarreas? El yogurt pelea la diarrea al estimular el sistema inmunológico y porque estimula el crecimiento de la flora intestinal. También es muy indicado su consumo luego de un tratamiento a base de antibióticos.
Cuando vayas a comprar yogurt…
Busca las variedades de grasa reducida o sin grasa. Sin colores artificiales.
Muy frescos (siempre verifique la fecha de expiración).
Que abunden los cultivos vivos (mientras más, mejor).
Otros beneficios incluyen: reducción del colesterol, hipertensión, prevención de alergias y contra síndromes y enfermedades del colon e intestinos.
Sólo en los Estados Unidos, nueve de cada diez mujeres y siete de cada diez hombres no llenan las necesidades diarias de calcio. Las estadísticas son alarmantes a nivel de los adolescentes, visto que los refrescos sustituyeron la leche como acompañante de los alimentos. Una taza de yogurt descremado suple 414 miligramos de calcio (40% del requerimiento diario) y sólo 100 calorías.
Si no le gusta, porque le sabe agrio o por su textura, déjese de niñerías y agregue algo de fruta o haga batidas. Su cuerpo y su salud se lo agradecerán.
Cuando vayas a comprar…
Busca las variedades de grasa reducida o sin grasa.
Sin colores artificiales.
Muy frescos (siempre verifique la fecha de expiración).
Que abunden los cultivos vivos (mientras más, mejor).