Desde finales de 1800, las investigaciones han relacionado la dieta con esta enfermedad común, por ejemplo, con el consumo de chocolate, azúcar y grasa como culpables particulares. Sin embargo, estudios posteriores concluyen que un índice glucémico alto y el consumo de productos lácteos frecuente son los factores principales en el establecimiento de la relación entre la dieta y el acné.
Un nuevo estudio determina que existe una creciente evidencia de una relación entre la dieta y el acné, sobre todo de aquellas con altas cargas glucémica y productos lácteos, según los resultados de la investigación, publicados en ‘Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics’.
Por ello, los autores entienden que la terapia de nutrición (MNT, en sus siglas en inglés) puede desempeñar un papel importante en el tratamiento del acné. Más de 17 millones de estadounidenses sufren de acné, sobre todo durante sus años adolescentes y adultos jóvenes, una condición que afecta a la calidad de vida, incluyendo el aislamiento social, la ansiedad y la depresión.
Más de 17 millones de estadounidenses sufren de acné
Desde finales de 1800, las investigaciones han relacionado la dieta con esta enfermedad común, por ejemplo, con el consumo de chocolate, azúcar y grasa como culpables particulares, pero a partir de 1960, la dieta quedó disociada en los estudios del desarrollo del acné.
«Este cambio se produjo en gran parte debido a los resultados de dos estudios de investigación importantes que son reiteradamente citados en la literatura y la cultura popular como evidencia para refutar la asociación entre la dieta y el acné», dice Jennifer Burris, del Departamento de Nutrición, Estudios Alimentarios y Salud Pública de la Escuela Steinhardt de Cultura, Educación y Desarrollo Humano de la Universidad de Nueva York (Estados Unidos).
«Más recientemente, los dermatólogos y dietistas han revisado la relación dieta-acné y están cada vez más interesados en el papel de la terapia médica nutricional en el tratamiento del acné», agrega esta experta.
Burris y sus colegas, William Rietkerk, del Departamento de Dermatología del Colegio Médico de Nuevo York, y Woolf Kathleen, del Departamento de Nutrición, Estudios Alimentarios y Salud Pública de la Universidad de Nueva York, llevaron a cabo una revisión de la literatura para evaluar la evidencia de la relación dieta-acné durante tres períodos distintivos de tiempo: historia temprana, el aumento del mito de relación de la dieta con el acné y la investigación reciente.
El consumo de productos lácteos frecuente es uno de los factores principales
Estos expertos analizaron estudios entre 1960 y 2012 que investigaron la dieta y el acné y recopilaron los datos organizados por una serie de características de los análisis, incluidos los de referencia, el diseño, los participantes, el método de intervención, el resultado primario, los resultados y las conclusiones, las consideraciones de las covariables y limitaciones.
Los autores de este estudio llegaron a la conclusión de que un índice glucémico alto y el consumo de productos lácteos frecuente son los factores principales en el establecimiento de la relación entre la dieta y el acné.
También señalan que, si bien los resultados de la investigación de los estudios realizados durante los últimos diez años no demuestran que la dieta causa el acné, podría influir o agravarla.
El equipo de trabajo recomienda que los dermatólogos y nutricionistas trabajen en colaboración para diseñar y realizar investigación de calidad. «Esta investigación es necesaria para esclarecer plenamente los resultados preliminares, determinar los mecanismos propuestos subyacentes que vinculan la dieta y el acné, y desarrollar posibles intervenciones dietéticas para el tratamiento del acné», dice Burris.
«La comunidad médica no debe descartar la posibilidad de la terapia de la dieta como tratamiento complementario para el acné.
En este momento, el mejor enfoque es tratar a cada paciente de forma individual su problema de acné, considerando cuidadosamente la posibilidad de asesoramiento dietético», concluye.