La Organización Mundial de la Salud, afirma que en las regiones con menos incidencia de fracturas se ingiere mucho menos calcio y lácteos que en las de mayor incidencia1.
Hay países como Italia, muy soleados (el sol hace que nuestra piel sintetice vitamina D, fundamental para el metabolismo óseo), en que el número de fracturas de cadera es mayor que en otros mucho menos soleados, como Polonia2,3. Curiosamente, el consumo de lácteos es un 25% mayor en Italia que en Polonia4. En cualquier caso, estudios transversales usando los datos de disponibilidad de alimentos de la FAO indican que las fracturas de cadera son más frecuentes en poblaciones en las que los productos lácteos se consumen de forma habitual en grandes cantidades5.
De nuevo, en el informe técnico de la Organización Mundial de la Salud titulado «Diet, Nutrition, and the Prevention of Chronic Diseases», publicado en 2003, se cifra una recomendación de ingesta mínima de calcio para prevenir la osteoporosis de tan sólo 400-500 mg, y eso en cuanto a adultos de países con altas tasas de fracturas. Es una cifra muy fácilmente alcanzable con una dieta sin lácteos. No se establecen recomendaciones mínimas de ingesta para países con bajas tasa de fracturas. Se justifica esta postura afirmando que en tales países hay que tener en cuenta el papel desempeñado por otros nutrientes además del calcio: vitamina D, vitamina K, sodio, proteína y fitonutrientes6.
En el Manual de la Clínica Mayo, libro importantísimo en el ámbito de la dietética, se afirma que «no hay datos que demuestren de forma concluyente que los pacientes osteoporóticos consuman menos calcio que los sujetos control» 7.
El Dr. Hegsted, profesor emérito de nutrición en la Universidad de Harvard considera que existe poca evidencia de que el mayor consumo de calcio prevenga efectivamente las fracturas osteoporóticas, y afirma que «asumir que la osteoporosis se debe al déficit de calcio es como asumir que la infección se debe al déficit de penicilina» 8.
Por su parte, el Dr. Weinsier, presidente del Departamento de Ciencias de la Nutrición de la Universidad de Alabama en Birminghan, en un estudio publicado en el año 2000, concluyó que «no está científicamente demostrado que deba recomendarse la ingesta de lácteos diariamente para promover la salud ósea» 9.
Owusu y colaboradores compararon estudios de seguimiento en 1997 y sus resultados fueron que no existe relación entre la ingesta de calcio y la incidencia de fractura de cadera y antebrazo en hombres10.
Por su parte, Cumming y colaboradores, en un estudio de cohortes con 9.704 mujeres de más de 64 años, no encontraron beneficio en el consumo de calcio sobre el riesgo de fractura en cadera, tobillo, húmero proximal, muñeca y vértebras11.
Un estudio de 1994, de nuevo de Cumming y colaboradores mostró que un consumo superior de lácteos estaba asociado con un mayor riesgo de fractura de cadera: los individuos que más lácteos consumían presentaban aproximadamente el doble de riesgo de fractura de cadera que los del consumo mínimo; el consumo de lácteos, sobre todo a la edad de 20 años, se asoció con un riesgo incrementado de fractura de cadera en la vejez12.
En un estudio prospectivo de doce años de duración publicado en 1997, se valoró la ingesta de leche y otras fuentes de calcio de 77.761 enfermeras y se concluyó que una mayor ingesta de calcio no protegía contra la fractura de cadera o de antebrazo. De hecho, las participantes en el estudio que consumían más de 450 mg diarios de calcio procedente de lácteos, doblaban su riesgo de fractura de cadera13.
Más recientemente, Feskanich y colaboradores han publicado un estudio en que, tras un seguimiento de 72.337 mujeres posmenopáusicas durante 18 años, no se ha observado relación entre el consumo de calcio y lácteos y el riesgo de fractura de cadera14.
La revista Journal of Bone and Mineral Research publicó en mayo de 2003 un estudio realizado con 9.074 mujeres seguidas por un período de 10 años, en el que no se observó relación entre el consumo de suplementos de calcio y fractura de cadera15.
En la última edición del libro Human Nutrition and Dietetics, uno de los textos más importantes de nutrición, se afirma que «en el crecimiento, la composición y la masa del esqueleto influyen varios factores, de los cuales la nutrición es solamente uno» 16.
La American Dietetic Association afirmó en 1997 que los vegetarianos que no toman lácteos no parecen necesitar suplementos de calcio en su dieta por el hecho de no tomar lácteos, y argumenta que las deficiencias de calcio en cualquier tipo de dieta vegetariana son raras y que existe poca evidencia científica que demuestre que ingestas por debajo de las recomendaciones causen problemas de salud en los vegetarianos17.
De nuevo, la American Dietetic Association afirmó en 1995 que «las personas que siguen una dieta vegetariana sin lácteos pueden mantener su balance de calcio con bajas ingestas, debido a que sus dietas contienen menos sodio y menos proteína» 18.
Algunos autores, así como la American Dietetic Association afirman que los vegetarianos son más eficientes que los omnívoros en lo que respecta a la absorción y retención de calcio 19,20,21.
De igual manera, la American Heart Association (Asociación Americana del Corazón) afirma en su página web que «los estudios muestran que los vegetarianos absorben y retienen mejor el calcio de los alimentos que los no vegetarianos» 22.
En marzo de 2003, la revista Agricultural Research publicó un estudio sobre este tema realizado por expertos del Centro Occidental de la Investigación de la Nutrición Humana situado en Davis, California. En él, los autores dividieron a 48 mujeres en dos grupos, vegano y omnívoro, y tras un seguimiento de diez meses concluyen que, pese a que la resorción ósea fue igual en los dos grupos, la formación de hueso fue significativamente mayor en las mujeres veganistas. Este resultado sorprendió a los investigadores, ya que la ingesta de calcio era muy superior en las mujeres omnívoras23.
En noviembre de 2004, se ha publicado un estudio en el que se observa que, a mayor consumo de lácteos, mayor eliminación de calcio24.
Como se ha podido observar, la relación lácteos-calcio-salud ósea, a nivel científico no está tan clara como pretenden hacernos creer los anuncios. Estos puntos que hemos enumerado son fragmentos escogidos, y para hacerse una idea real del tema hay que tener en cuenta más factores que escapan de los límites de este artículo.
En cualquier caso, el calcio es un nutriente que, como todos, es importante. Hay un interesante artículo acerca del calcio en la dieta de los veganos, que está colgado en nuestra web. Lo más destacable es que, en resumen, los veganos deben esforzarse por consumir alimentos ricos en calcio, o en su defecto, consumir alimentos enriquecidos en el mineral, o tomar suplementos conteniendo 600 miligramos diariamente. En el texto de la postura oficial de la Asociación Americana de Dietética acerca de las dietas vegetarianas encontramos un listado con alimentos ricos en calcio.