Como sabéis, los lácteos son imprescindibles en la alimentación de los niños y deben seguir siéndolo hasta los 25 años, edad en la que frena la absorción de calcio.
En este artículo veremos qué aportan los lácteos, cómo y cuando introducir la leche y sus derivados (yogur, quesos, flanes, natillas, petit»¦), qué diferencias hay entre ellos y qué podéis hacer para mejorar la absorción del calcio que toman vuestros hijos, ya que de eso depende que en la edad adulta tengan una buena reserva de este mineral.
Hoy intentaré responder a todas vuestras dudas y con este artículo cerraremos la introducción de alimentación infantil.
La leche, ¿qué les aporta?.
Un 85-90% de su composición es agua.
Las proteínas de la leche son de alto valor biológico, ya que contienen todos los aminoácidos esenciales.
La grasa de la leche es saturada, y contiene colesterol y vitaminas A y D. La mayoría de leches desnatadas y semis están enriquecidas con estas dos vitaminas. Hay leches enriquecidas con omega 3, son leches sin grasas saturadas ni colesterol. La vitamina A se conoce con el sobrenombre de «antiinfecciosa», ya que interviene en el buen estado de las mucosas y la vista. La vitamina D es esencial para evitar el raquitismo y para que el calcio y el fósforo se asimilen correctamente.
La leche también es rica en vitaminas del grupo B y vitamina C pero esta última se pierde en el proceso de higienización de la leche. Por eso la leche materna es una muy buena fuente de vitamina C, ya que no sufre ningún proceso.
Hidratos de carbono. El azúcar de la leche es la lactosa, que colabora en el desarrollo cerebral.
La leche es más rica en calcio que en fósforo, por tanto es un alimento altamente calcificante. También tiene potasio, magnesio, cobre, zinc, sodio, yodo y azufre. Las leches desnatadas y semis contienen la misma cantidad de calcio que las enteras.
El Yogur
El yogur se obtiene a partir de la fermentación de la leche mediante bacterias lácticas vivas.
Una dieta alta en fibra y baja en grasa ayuda a mantener una flora intestinal sana, pero ningún alimento consigue un efecto tan beneficioso como el yogur.
Es más digestivo que la leche, ya que sus proteínas están «medio digeridas» por las bacterias lácticas. El ácido láctico que contiene el yogur también lo hace más digestivo y aumenta la absorción de calcio.
Favorece la digestión de la lactosa gracias a las bacterias lácticas, por eso, a las personas que no les sienta bien la leche por la lactosa sí les va bien el yogur.
Contiene todos los nutrientes de la leche, ácido láctico y bacterias lácticas vivas.
Últimamente han aparecido muchas variedades de yogures. Debemos dejar los griegos, cremosos, azucarados»¦ para ocasiones especiales, ya que aportan demasiado azúcar y grasa.
El queso.
El queso ofrece una alta concentración de nutrientes.
Es fácil que les guste a los niños ya que podemos combinarlo con dulce o salado (pasta, pan, arroz, ensaladas, frutas, carne, huevos»¦).
El queso tiene una gran cantidad de proteínas y calcio.
La cantidad de grasa es muy variable y depende de cada tipo de queso.
Hay que vigilar su consumo porque contienen mucha cantidad de sodio.
Queso fresco
Se suele pensar que este queso no tiene grasa, nada más lejos de la realidad. Este queso se elabora con leche entera y por tanto con toda su grasa. También hay variedades desnatadas, bajo en sal, cremosas (petit), aportan la misma dosis de calcio que la leche (120mg x 100g) y doblan su concentración de proteína.
Queso curado
El proceso de curado varía según el tipo de queso. Durante la maduración se producen variaciones nutricionales. Se pierde toda o casi toda la lactosa. La grasa no se altera (también varía según el tipo de queso). Son ricos en calcio y proteínas.
Cómo mejorar la absorción de calcio.
La vitamina D (pescados azules, yema de huevo, grasa de los lácteos, luz solar»¦) ayudará a que el calcio se absorba más.
El ejercicio moderado hace que se absorba el calcio y si es al aire libre además se beneficiarán de la vitamina D.
En cambio, el ácido oxálico presente en la remolacha, acelgas, espinacas, cacao en polvo hace que se absorba menos calcio. Esto no quiere decir que prescindáis de estos alimentos porque también son importantes. Podéis poner calcio siempre que los coman y no habrá problema, por ejemplo, ¡estos saquitos con espinacas y queso!
La fibra también interfiere en la absorción de calcio, por eso es necesario no incluir un exceso de fibra en la dieta del niño.
El importante equilibrio calcio- fósforo en la dieta.Una dieta con exceso de proteínas es descalcificante. Es muy importante hacer un buen balance de calcio y fósforo en la dieta, ya que como hemos comentado varias veces, el fósforo compite con el calcio. Los alimentos ricos en proteína tienen una gran cantidad de fósforo.
Como hemos explicado en anteriores ocasiones, las bebidas de cola y otras con gas son muy ricas en fósforo, y por tanto descalcificantes. No debéis ofrecérselas a los niños, y si las beben que sea esporádicamente.
¿Qué pasa si no les gusta la leche? Hay otras opciones.
Lo ideal es sacar el calcio de los lácteos, ya que su biodisponibilidad es más alta. Es decir, el calcio que proviene de los lácteos se aprovecha mejor que el de los otros alimentos.
Aparte de los otros lácteos como yogures, petit, yogures bebidos, natillas, quesos»¦ existen alimentos que tienen un buen aporte en calcio como:
Pescados que se comen con espina (boquerones, sardinas pequeñas»¦), vegetales de hoja verde (espinacas, acelgas, perejil, albahaca, brócoli»¦), avellanas, almendras, higos secos, garbanzos y soja.
¿Cuándo introducir los lácteos?
Niños que toman lactancia materna.
Si estás amamantando a tu hijo a demanda no hace falta que le ofrezcas otros lácteos hasta los 12 meses.
A partir de aquí se los puedes ofrecer lentamente para ver la tolerancia. Por ejemplo medio vasito de leche semidesnatada, medio yogur natural sin azúcar o queso fresco o bajo en grasa. Aunque si el niño toma lactancia materna a demanda puede estar sin tomar otros lácteos hasta los 2 años por lo menos (otra cosa, es que queramos incorporarle otros alimentos y texturas para que vaya probando, pero no es imprescindible).
Niños que toman leche de fórmula.
Si tu hijo toma leche de fórmula, ya ha probado la leche de vaca, es decir, en estas leches se disminuyen y modifican las proteínas para que sean más digeribles pero existe el mismo potencial alergénico.
Para la leche debemos seguir esperando hasta los 12 meses y a partir de aquí podemos observar la tolerancia dándole medio vasito de leche semidesnatada. El yogur se lo podemos ofrecer un poco antes, sobre los 9-10 meses. Empezaremos con medio yogur natural sin azúcar.
Si el niño ya toma los ml de leche recomendados no hace falta darle otro lácteo hasta los 12 meses, ya que esto aumentará demasiado las proteínas de su dieta. Sin embargo, si el niño toma poca leche y no llega a las recomendaciones podemos ayudarlo poniendo un yogur de postre o mezclado con la fruta en la merienda.
¿Lácteos? Sí, pero con moderación.
Los lácteos son alimentos ricos en calcio y por eso son un alimento fantástico para los niños. Pero también son ricos en proteínas, sal y casi siempre grasa. Es cierto que para que el calcio se fije en el hueso, es necesaria la vitamina D, pero eso no quiere decir que se tengan que tomar los lácteos con toda su grasa saturada (y por tanto, colesterol), hay otros alimentos que también aportan vitamina D, cómo el pescado azul, los huevos, el polen y otros lácteos como el queso y el yogur no desnatado»¦), además de la luz solar.
Por tanto, es recomendable que empiecen por la leche semidesnatada. No es preferible que empiecen con la entera ya que tiene demasiada grasa y es más difícil de digerir. Tampoco es conveniente que la tomen desnatada (si no existe obesidad o colesterol).
Por su aporte en proteínas se debe tener precaución y no aportar un exceso de lácteos a la dieta del niño.
Hay que ofrecerles los flanes, natillas y yogures azucarados ocasionalmente, (1 ó 2 veces a la semana) ya que contienen demasiado azúcar y grasa.
¿Cuántos mg de calcio son necesarios al día?
Los mg de calcio aconsejados varían según la edad del niño, a más edad más necesidad de este mineral.
Entre 1 y 3 años se recomiendan 500mg diarios como mínimo.
Entre 4 y 8 años 800mg por día.
Y a partir de los 9 años unos 1200-1300mg al día. Esta dosis se debe mantener hasta los 25 años aunque se haya parado el crecimiento, ya que debemos conseguir una buena calcificación de los huesos y hacer una reserva de calcio que evitará descalcificaciones en la edad adulta.
¿Cuántos mg de Calcio tiene»¦?
Un vaso de leche de vaca (250g), 320mg de calcio.
40g de queso curado, 360mg de calcio.
Un yogur (125g), 170mg de calcio.
50g de queso fresco, 100mg de calcio.
1 cuajada, 212mg de calcio.
Es fácil hacer cuentas y llegar a los mg de calcio recomendados.
Como veis, los lácteos son muy importantes en la alimentación de los niños, ¡no pueden faltar! Probad estas recetas y os será más fácil incorporarlos a la dieta.