Hillis Peak

Leche: Cabra

Tipo: Pasta semi-dura, corteza natural frotada con aceite y pimentón

Materia Grasa: 40%-45%

Maduración: De 6 a 8 meses

Aspereza: Media

Vino: Niepoort 10 Anys de Edat White (D.O. Porto)

País de origen: Estados Unidos

Región: Oregón

Notas: El Hillis Peak se elabora en Pholia Farm que es propiedad de Vern y Gianaclis Caldwell. El nombre de la granja es el acrónimo de los dos nombres de sus hijas, Phoebe y Amelia (Pho-lia).

Pholia Farm está situada cerca de Central Point, en el Condado de Jackson, Oregón. Su rebaño está formado de 30 cabras lecheras de la raza Nigeria Enana (que, para que conste, no son ni pequeñas ni de Nigeria). Mientras que las cabras se crían durante todo el año para mantener un suministro constante de leche.

La granja es un modelo de sostenibilidad. Está fuera de la red eléctrica, y funciona con sistemas de energía solar e hidroeléctrica instalada por Vern, un ex marine.

Hillis Peak es el nombre de la montaña que ven directamente al este de la finca, según cuentan «es la fuente de muchos y preciosos amaneceres».

Es un queso semi-duro de cuajada lavada elaborado a partir de leche cruda de cabras. Presenta una corteza natural que se forma como resultado del roce regular con aceite de oliva o vegetal y pimentón ahumado español durante el proceso de envejecimiento.

Esta combinación ayuda a proporcionar el «carácter», final del queso así como la protección de la desecación.

La corteza de color marrón óxido tiene un patrón liso en sus partes superior e inferior, mientras que sus lados muestran un relieve de diamante poco profundo. La pasta es suave, sólida y seca al tacto.

El Hillis Peak tiene un aroma agradable. Su corteza huele a agua mineral, maíz molido, y bodega. La pasta interior huele a mantequilla derretida con un toque de palomitas de maíz.

El Hillis Peak ofrece una gran complejidad de sabores, va variando su percepción del gusto mientras lo vamos consumiendo. Se inicia con un sabor dulce de maíz tostado, pero su dulzura se acentúa hasta llegar casi a caramelo. Seguidamente deriva ha mantequilla caliente y nueces tostadas. Al final el Hillis Peak deja un distintivo regusto caprino. A pesar de que la corteza es natural, su sabor es terroso como a bodega, nada atractivo, por lo que se recomienda no consumir. Su textura es un poco seca y masticable.

Se ha de ir con cuidado al cortar el queso, pues parte del polvo naranja de la corteza puede migrar hasta la pasta, si no se manejan con cuidado.

El Hillis Peak es un queso excepcional para picar y es perfecto por sí mismo acompañado de miel de flores silvestres. Sin embargo, es tan gratificante y visualmente atractivo que merece un puesto en una tabla de quesos. Se aconseja como maridaje un Oporto, un Tempranillo o incluso una cerveza rubia.