Knockanore

Leche: Vaca

Tipo: Pasta dura, prensada, corteza natural

Materia Grasa: 45%

Maduración: Mínimo 6 meses

Aspereza: Media

Vino: Riesling Alsaciano, Tobermory o Sidra

País de origen: Irlanda

Región: Co Waterford

Notas: Knockanore – o para darle su ortografía correcta en Gaélico – Cnoc an Oir – significa Cerro de Oro, y que sin duda ha sido un buen presagio para el queso producido en esa granja. Hace treinta años nació el queso – la idea de Eamonn y Patricia, que querían hacer un producto que se hiciera eco de los sabores de los ricos pastos de Co Waterford, y ofrecer un sabor auténtico del país. La pareja estudió mucho antes de decidirse por un estilo de queso prensado – a base de leche cruda de vaca de su propio ganado y cuajo vegetariano. Hoy en día sus esfuerzos han sido más que reembolsados. Knockanore Farmhouse Cheese es famoso a nivel nacional e internacional, y ha ganado muchos elogios desde su primera producción en 1987.

El proceso de fabricación del Knockanore comienza con lo más importante, la calidad de la leche cruda, que conserva toda la dulzura natural y sabores de la hierba sobre la que el comen sus vacas Friesian. Después la cuajada se corta y se empaca en moldes a mano, antes de la maduración. Esto puede tomar de seis meses a un año.

Algunos son ligeramente ahumados utilizando métodos tradicionales de ahumar, una mezcla de madera de roble en un horno tradicional de fumar irlandés para obtener un magnífico e interesante queso con una corteza de un bello color marrón oscuro que contrasta con una pasta amarillo cálido. (ver foto superior).

El Knockanore es amado por su textura firme y húmeda a mitad de camino entre un Cheddar y un Gouda, con un sabor persistente, con notas a frutos secos, muy completo.

Además de ahumados, el queso está disponible en otras versiones de sabores: pimienta negra y cebolleta, con ajo y cebolleta, y con ajo y hierbas.

El queso se comercializa en forma de ruedas de 20 cm. de diámetro una altura de 10 cm. y un peso de 3 kilogramos.

Servido con trozos de manzana o de uva fresca, algo de pan crujiente y pepinillos, quizá con un poco de sidra de manzana irlandesa para beber, o en su defecto sidra asturiana.

Se derrite maravillosamente bien para gratinados, sobre pan tostado, o para la pizza hecha en casa.