Leche: Vaca
Tipo: Pasta blanda y cremosa, sin corteza
Materia Grasa: No aplicable
Maduración: Mínimo 6 meses
Aspereza: Fuerte
Vino: Niepoort Tawny (Oporto)
País de origen: España
Región: Asturias
Notas: El queso de Urbiés (En asturiano se llama quesu d’Urbiés) es un tipo de queso que se elabora artesanalmente en el Principado de Asturias, España. Su nombre proviene de la aldea de Urbiés, en la parroquia de Santa María, a unos 12 kilómetros de la capital del concejo de Mieres. También se elabora en Turón, Proaza, Quirós, Lena, Teverga y Somiedo.
Se utiliza leche entera y cruda de vaca parda alpina, sin añadirle cuajo ni fermento. Así pues, la leche coagula por acidificación, proceso que dura entre cuatro y cinco días, durante los cuales se va desnatando siempre que sea posible. Una vez coagulada, la masa se introduce en pequeños sacos de tela.
El proceso de maduración dura entre seis y nueve meses, durante el cual hay que remover la pasta con frecuencia para que el moho que se forma en la superficie se extienda homogéneamente. Por último, una vez que esté madura, se vierte esa masa en el recipiente final.
Los distintos nombres que puede tener este queso vienen del saco en que se haya introducido la pasta. Por ejemplo, el llamado queso de vexiga lo hace en vejigas de animal. Además, esta variedad tiene la particularidad de que emplean los llamados culiestros, que es la leche de vaca producida al segundo día del parto.
Es un queso blando, untuoso y sin materia grasa puesto que esta se retiró durante el proceso de coagulación. No tiene forma definida, ya que adopta la del recipiente en que se haga. Sin corteza, presenta una pasta blanda y cremoso, con un fuerte aroma. Su sabor también es muy fuerte y es el queso más picante de todos los que se producen en el Principado.
Debido a su consistencia pastosa se ofrece en terrinas de barro, llamadas tarreñes.
Se celebra un festival gastronómico dedicado a este queso el segundo domingo de junio.
El queso de Urbiés y similares son quesos muy fuertes de sabor, picantes, por lo que deben ser degustados en pequeñas cantidades y con prudencia, acompañados de pan de centeno o de mezclas de semillas para reforzar el bouquet.
Se recomienda acompañarlos de un vino generoso, un Oporto.