La cádena lactea
Las cadenas lácteas vinculan a los protagonistas y actividades involucrados en la entrega de la leche y los productos lácteos al consumidor final; con cada actividad, el producto aumenta de valor. Una cadena láctea puede abarcar la producción, transporte, procesamiento, envasado y almacenamiento de la leche. Estas actividades necesitan insumos, como financiación y materias primas, que se utilizan para añadir valor y para hacer llegar los productos lácteos a los consumidores. Cada participante en la cadena debe dar al producto el mayor valor añadido al costo mínimo.
Establecer una cadena láctea eficaz, higiénica y económica no es una tarea fácil en muchos países en desarrollo, debido, entre otros, a:
las dificultades para establecer un sistema viable de recolección y transporte de la leche, a causa de los pequeños volúmenes de leche producida por explotación y a la lejanía de los lugares de producción;
la estacionalidad de la oferta de leche;
la deficiente infraestructura de transporte;
las deficiencias en materia de tecnología y conocimientos para la recolección y el procesamiento de la leche;
la mala calidad de la leche cruda;
las distancias de los lugares de producción a las unidades de procesamiento y de ahí hasta los consumidores;
las dificultades para establecer instalaciones de refrigeración.