Yogurtera: yogures hechos en casa.

Hacer yogur en casa es muy sencillo. ¿Cuántas veces te has planteado hacerlo? Te explicamos cómo preparar tus propios yogures caseros de una forma sencilla y económica.

Qué necesitas:

1 yogur natural (Comercial o casero).

1 l. leche desnatada o semidesnatada (Puede ser UHT o fresca).

1, 2, 3 o 4 cucharadas de leche en polvo descremada (Opcional; aumenta la consistencia).

Azúcar, edulcorante o sacarina (Opcional).

Una yogurtera.

Elaboración

Para preparar un delicioso yogur casero, te recomendamos que elijas la marca de yogur que más te guste y tu leche preferida. Las cantidades son orientativas, hay mucho margen y puedes adaptarlo a tus gustos y preferencias. Puedes hacerlos con leche semidesnatada o desnatada, o añadir leche en polvo para que sean más consistentes y/o azúcar o edulcorante para que sean más dulces.

Para preparar yogur casero, has de mezclar en un bol todos los ingredientes: el yogur, la leche, la leche en polvo y el azúcar. Las mezclas bien sin batir. Si es invierno o si acabas de sacar la leche del frigo, lo ideal es calentar la mezcla hasta que consiga una temperatura natural (comprueba dejando caer una gota en la parte interna de la muñeca). Una vez conseguida la mezcla, envásalos en los tarritos de la yogurtera y déjalos fermentar, destapados los envases pero tapada la yogurtera eléctrica, durante 8, 10 ó 12 horas, si están más tiempo espesarán más. Una vez hechos, déjalos enfriar, tapa y guárdalos en el frigorífico.

Con la yogurtera YG427 de JATA hará yogures más naturales y nutritivos, sin conservantes, ni aditivos y con todo el sabor de los productos «hechos en casa».

Los yogures se conservan tapados durante 2 ó 3 semanas en el frigo, gracias a que su medio ácido impide que aniden otros microgorganismos.

Hay otras formas de elaborar el yogur casero pero, no siempre se consigue que cuaje de la forma esperada. Desde aquí recomendamos el uso de la yogurtera para obtener yogures de calidad. Es importante que sepas que los yogures no se pueden hacer en el microondas, pues sus radiaciones matarían, probablemente todos los microorganismos vivos. En cualquier caso, los yogures no se cocinan sino que se cultivan y ésto requiere un tiempo prolongado, de varias horas. Es importante que consultes el tiempo recomendado por el fabricante de tu yogurtera.

Con la yogurtera YG493 de JATA puede hacer sus propios yogures caseros

Ahora ya sabes cómo elaborar tus propios yogures, sanos y deliciosos.

Historia del yogur

Wikipedia nos ilustra sobre los orígenes de este postre»¦

Existen pruebas de la elaboración de productos lácteos en culturas que existieron hace 4.500 años. Los antiguos búlgaros migraron a Europa desde el siglo II estableciéndose definitivamente en los Balcanes a finales del siglo VII. Los primeros yogures fueron probablemente de fermentación espontánea, quizá por la acción de alguna bacteria del interior de las bolsas de piel de cabra usadas como recipiente de transporte.

La palabra procede del término turco yoÄŸourt, que a su vez deriva del verbo yoÄŸurmak, «mezclar» , en referencia al método de preparación del yogur.

El yogur permaneció durante muchos años como comida propia de India, Asia Central, Sudeste Asiático, Europa Central y del Este hasta los años 1.900, cuando un biólogo ruso llamado Ilya Ilyich Mechnikov expuso su teoría de que el gran consumo de yogur era el responsable de la alta esperanza de vida de los campesinos búlgaros. Considerando que los lactobacilos eran esenciales para una buena salud, Mechnikov trabajó para popularizar el yogur por toda Europa.

Valoración dietética

El consumo del yogur está altamente recomendado debido a su alto contenido en calcio. Se asimila mejor que la leche y tolerable en las intolerancias a la lactosa de cualquier origen. Mejora el crecimiento de la flora intestinal propia, que impide la entrada de agentes infecciosos en el organismo a través de las paredes intestinales. Muy recomendable durante la toma de antibióticos para mejorar su retención en el organismo y evitar trastornos gastrointestinales. Aporta vitaminas como la vitamina A, B2 y la B12, que no estaban en la leche original. El yogur potencia la respuesta inmunológica y refuerzan las defensas. Es en el yogur casero donde encontramos estos beneficios, ya que los yogures industriales cuajan demasiado rápido y contienen menor cantidad de fermento vivo.

Todo ventajas para un postre que gusta a toda la familia y que podemos elaborar de forma sencilla en nuestra propia casa. ¡Que lo disfrutéis!