Investigadores argentinos han descubierto una novedosa manera de combatir el rotavirus humano, enfermedad diarreica que afecta principalmente a niños menores de cinco años. Se trataría de conseguir la presencia de anticuerpos VHH en la leche de vaca, con lo que se obtendría una alternativa contra la enfermedad, un 100% efectiva y de bajo costo.
Actualmente, en el mercado existen dos vacunas disponibles compuestas por el virus vivo atenuado que son altamente eficaces para la reducción de la diarrea y de la mortalidad. El problema es que la capa superficial del virus, contra la cual se suelen generar las vacunas, cambia constantemente año a año y de especie a especie, tal como el virus de la influenza. Por ejemplo, las cepas de rotavirus grupo A detectadas hasta el momento poseen 35 variantes de las proyecciones que sobresalen en su capa externa, y más de 20 de la superficie de esa capa, por lo que para lograr vacunas efectivas se desarrollan formulaciones multivalentes que inducen anticuerpos contra los serotipos más comunes que afectan a humanos. Estas vacunas recombinantes y atenuadas son muy costosas y no incluyen los serotipos raros que circulan en algunos países de Sudamérica, Ãfrica y Asia.
Los investigadores del Instituto argentino de Investigación Agraria (INTA) han comprobado que los anticuerpos VHH no se limitan a atacar la parte externa del virus, sino que, de alguna manera, estos anticuerpos atacaban «su corazón». Los VHH son unas moléculas derivadas de los anticuerpos de los camélidos, que son las más pequeñas que existen en la naturaleza capaces de reconocer a otra y de neutralizarla. Además, resisten ambientes muy ácidos (como el del estómago) y altas temperaturas como las utilizadas durante la pasteurización.
Los investigadores del INTA están desarrollando una vaca transgénica que en su leche exprese estos nanoanticuerpos. Esta leche se podría pasteurizar y dársela a un bebé para protegerlo, por ejemplo, contra la diarrea por Rotavirus.