Leche: Vaca
Tipo: Pasta semi-dura, corteza lavada con cerveza
Materia Grasa: 55,3%
Maduración: Entre 3 y 4 meses
Aspereza: Suave
Vino: Rodenbach – Cerveza Belga Ale
País de origen: Bélgica
Región: Flandes Occidental
Notas: Bélgica es famosa en todo el mundo por la excelencia de sus chocolates y su amplia gama de cervezas de calidad. El país también tiene una larga tradición de quesos. En la actualidad, hay un creciente reconocimiento, palpable en todo el mundo del espléndido emparejamiento entre el queso y la cerveza, pero este matrimonio armonioso se ha utilizado en las granjas belgas desde la Edad Media. La cerveza y el queso ambos son a base de grano y comparten los mismos apuntes de sabor, terrosos y aromáticos, haciendo un complemento ideal el uno al otro.
Este queso es una creación de la Belgomilk. Quesería ubicada en la ciudad de Moorslede, en el corazón de Flandes Occidental, en el extremo noroeste de Bélgica. Los maestros queseros de Belgomilk, conocidos por su pasión para producir los mejores quesos de Bélgica, fue determinante para perfeccionar esta unión. Después de años de pruebas consiguieron la combinación perfecta de la cerveza y el queso, así nació el: Brugge Rodenbach (el queso Brugge madurado en una cerveza belga Rodenbach).
El Brugge Rodenbach es un queso industrial de leche pasteurizada de vaca de pasta semidura y flexible con los típicos ojos redondos, protegido por una corteza comestible marrón/gris en forma esférica, estriada que trae a la mente los tradicionales barriles de cerveza de madera. Durante su maduración se empapa en la famosa cerveza flamenca durante al menos dos semanas, mezclando la acidez de la cerveza fermentada con la dulzura picante del Brugge. Esta cerveza se fermenta con levaduras silvestres, que le proporciona un sabor con un afrutado, final dulce. Los sabores de esta cerveza única impregnan la corteza tan a fondo que se absorben al interior del queso variando el sabor de este de tal forma que nace un nuevo y verdaderamente único queso.
Para gozar de este queso no tiene porque que ser un amante de la cerveza o un entusiasta del queso, es suficiente con disfrutar de la convergencia perfecta de dos grandes sabores que se reúnen para crear una sola y deliciosa melodía gastronómica.
El Brugge Rodenbach es el queso ideal para una tabla de quesos. Durante el aperitivo, se combina con un vaso de cerveza Rodenbach. Para el vino, se recomienda un vino blanco seco o jerez seco.