Parecía una verdad absoluta que se sabía hace tiempo, pero al parecer no es así: el queso, la leche y las carnes rojas no aumentarían el colesterol. Así lo reveló un nuevo estudio realizado Federación Española de Nutrición Alimentación y Dietética (Fesnad).
El estudio fue coordinado por el doctor Emilio Ros, miembro del servicio de Endocrinología y Nutrición del hospital Clínic de Barcelona y jefe de grupo del CIBER Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición del Instituto de Salud Carlos III y el texto fue presentado por en el marco del III Congreso de la Fesnad.
Lo importante a la hora de consumir carne para aquellos que tengan colesterol alto y problemas cardiovasculares es que no sean procesadas. «Uno de los conceptos más importantes que se están estableciendo como paradigma en las ciencias de la nutrición es que la unidad nutricional básica no son los nutrientes (ácidos grasos), sino los alimentos que los contienen.
Este nuevo razonamiento se sostiene en que, además de ácidos grasos, los alimentos contienen multitud de nutrientes capaces de interaccionar con estos sobre vías metabólicas relevantes para la salud. A partir de ahí, el documento de consenso establece recomendaciones de ingesta de grasas en base a los alimentos que las contienen», aseguró Ros según informa La Vanguardia.
Así es como, tras estudiar el alimento en su conjunto, los expertos comprobaron que los lácteos fermentados ricos en grasa, como el queso o el yogur, o las carnes rojas magras, no son perjudiciales. Eso sí, las carnes procesadas (como el bacon, las salchichas, chorizos, los embutidos, etc.) sí son perjudiciales para aquellos que tengan alto el colesterol debido a su alto contenido en sal y nitratos