Lácteos en las dietas para adelgazar. Aportan minerales como el calcio y fósforo, y vitaminas como niacina y riboflavina, tiamina, cobalamina y vitamina A, así como lactosa y grasa saturada, pudiendo variar dependiendo del tipo del lácteo que se consume y a veces enriquecidos con vitaminas del complejo B.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud la obesidad es una enfermedad creciente tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo, por lo que son necesarias nuevas estrategias para lograr una reducción significativa de esta enfermedad.
Según diversas investigaciones se ha demostrado que la leche y sus derivados juegan un papel clave en la prevención y tratamiento de la obesidad, ya que es una gran fuente de múltiples nutrientes, algunos de ellos de gran importancia para la pérdida de peso, como el calcio, grasas, proteínas y péptidos.
Los estudios han indicado que el aporte del calcio en las dietas contribuye a una mayor pérdida de peso, grasa corporal total y grasa abdominal en comparación con las dietas que incentivan un menor consumo de calcio; los lácteos descremados son alimentos de gran utilidad para cubrir los requerimientos de nutrientes muy importantes como las proteínas y el calcio, sin adicionar grasa.
Las dietas bajas en calorías y altas en calcio aumentan significativamente la pérdida de peso, por lo que el efecto sería mucho mayor si en la dieta se incluye un alto consumo de productos lácteos descremados; el consumo dependerá de las necesidades individuales y la etapa de la vida en la que se encuentre el individuo.
Son recomendables los lácteos libres de grasa, para aquellas personas que deseen adelgazar a excepción de los niños que no tienen sobrepeso, que requieren un mayor aporte de nutrientes por estar en etapa de crecimiento, por lo que para estos se recomiendan lácteos enteros.