Cuando compramos un queso, debemos tener en cuenta que no todos pueden conservarse durante el mismo tiempo. Algunos aguantan meses en perfectas condiciones y otros, como el queso fresco, apenas días.
El tiempo de conservación varía en función de varios factores: el formato, la textura y el origen animal de la leche. En general, se dice que los quesos de formato pequeño, poco curados o pasta blanda, no más de 15 ó 20 días. Los quesos de pasta azul y tamaño grande pueden aguantar hasta dos meses; los pequeños, dos semanas.
Las tortas extremeñas pueden durar 30 días. Pero tienen la ventaja de que se pueden guardar en el congelador hasta tres meses. Cuando se quieran consumir, es preferible sacarlas unas 12 horas antes y que se descongelen a temperatura ambiente.
En cuanto a los quesos de cabra de pasta prensada, si son pequeños (medio kilo) tienen una duración aproximada de un mes; si pesan entre uno y dos kilos, dos meses; y si son mayores de dos kilogramos, de cuatro a cinco meses.
Los que más tiempo aguantan son los de oveja de pasta prensada, cuanto más dura sea la pasta y más grasa la leche, mejor se conservará.