Llega el verano, hace calor y al igual que cambiamos el tipo de ropa y calzado que vestimos, también adaptamos las comidas a las altas temperaturas. Nuestras preferencias por los alimentos varían. Dejamos el guiso de legumbres, los purés de verduras o las infusiones calientes por platos más refrescantes como las ensaladas con múltiples combinaciones de ingredientes, una variedad más amplia de frutas y zumos naturales, nos apetece más beber agua»¦ y aparece uno de los grandes protagonistas del verano: EL HELADO.
El helado es una mezcla congelada de diferentes ingredientes con multitud de presentaciones, tipo barra, tarrina, con galleta, cucurucho, con cobertura de chocolate»¦ lo que hace que sus propiedades organolépticas (textura, sabor, olor»¦.) y nutricionales sean distintas.
Principalmente encontramos los elaborados con una base de producto lácteo como es la leche «helados de leche» o la nata «helados crema», y los helados de agua, sorbetes y granizados.
Desde un punto de vista nutricional los helados elaborados con nata destacan por su elevado aporte calórico y de grasa, que se incrementa si además tienen cobertura de chocolate, galleta o cucurucho. Los helados hechos con productos lácteos, especialmente con leche, aportan una cantidad variable de calcio (80-140 mg /100 g).
Sin embargo los helados de agua, sorbetes y granizados tienen un contenido en grasa menor (en torno al 1%) y un aporte de azúcares alrededor del 20-30%. Son la opción más «ligera» dentro de los diferentes tipos de helados y por tanto una posibilidad para que tomen, de forma ocasional, las personas que siguen una «dieta» para perder peso o que por otros motivos deben limitar el aporte de grasa en su dieta.
Un helado no es un producto de primera necesidad y por tanto no debe estar presente en nuestra alimentación diaria pero sí puede ser una opción refrescante y placentera para tomar ocasionalmente. Recuerda que no hay alimentos «buenos» ni «malos» sino un estilo de vida más o menos saludable.
Si te decantas por un helado elaborado con leche, disfrutarás de su aporte de proteínas, vitaminas del grupo B y minerales como el calcio, magnesio, fósforo y zinc, interesante para tu alimentación como deportista. De cualquier modo en ningún caso debe suplir el consumo de alimentos que son fuente de calcio como la leche, los yogures o los quesos frescos.
Si por el contrario eliges como opción un refrescante helado tipo «polo», granizado o sorbete, te ayudará a hidratarte y al mismo tiempo que te aporta azúcares simples y un bajo contenido en grasa.
Anímate y prueba a hacer tu propio granizado o sorbete con frutas frescas fuente de vitaminas y minerales, o bien un helado elaborado con yogur cremoso desnatado y frutas, fuente de proteínas, vitaminas y minerales adornado con frutos secos picados que te proporcionarán minerales como el magnesio, necesario para el buen funcionamiento del corazón y la relajación muscular.