Evansdale Farmhouse Brie

Leche: Vaca

Tipo: Pasta blanda, corteza florecida

Materia Grasa: 45%

Maduración: De 5 a 10 semanas

Aspereza: Suave

Vino: Cloudy Bay Chardonnay (D.O. Marlborough)

País de origen: Nueva Zelanda

Región: Otago, Isla Sur

Notas: Los emigrantes europeos que llegaron a Nueva Zelanda a principios del siglo XIX llevaron consigo su ganado y conocimiento de producción de quesos. Gracias al transporte refrigerado, el Cheddar se convirtió en un importante producto de exportación en la década de 1840, el queso y la mantequilla se sumaban a la exportación a Inglaterra. Cuando productores holandeses migraron a Nueva Zelanda en la década de 1980, con sus recetas tradicionales se recuperó la producción artesana a pequeña escala. Con el conocimiento de la amplia oferta de quesos en todo el mundo, productores apasionados y prácticos comenzaron a elaborar alternativas, creando quesos artesanos neozelandeses únicos, como este Evansdale Farmhouse Brie.

Este queso lo elabora Evansdale Cheese, en Waikouaiti, Otago, Nueva Zelanda. Fundada en 1978 para aprovechar el excedente de leche que producía la vaca de la familia, continúa siendo una empresa pequeña, práctica y extravagante.

Colin Dennison, un es un quesero autodidacta que tiene una curiosidad sin límites. Colin forma parte de la nueva generación de queseros que ha creado una gama exclusiva de quesos, su Farmhouse Brie se ha convertido en el icono de Nueva Zelanda.

Es más pequeño y dos veces más denso que el Brie tradicional. Es un queso de leche cruda de vaca, que tiene una corteza esponjosa cubierta del moho (Penicillum candidum), que le proporciona un gusto de setas frescas. El interior es firme y fácil de cortar con un centro suave y mantecoso y un sabor que es a la vez dulce y agrio, como el yogur y que permanece largo tiempo en el paladar.

El queso se comercializa en forma redonda de 16 cm. de diámetro por 7 cm. de alto con un peso de 1,3 kg.

El Evansdale Farmhouse Brie es uno de los mejores quesos blandos blancos de Nueva Zelanda (Campeón Supremo en 1998 del concurso Cheese Awards de Nueva Zelanda).

El queso es fácil de cortar en rodajas y lo mejor es cortarlo por la mitad (en lugar de cuñas) y luego ir sirviéndose a partir de ahí.

Es un clásico queso para servir después de la cena junto con un Chardonnay o con champán y fruta fresca.