Leche: Vaca
Tipo: Pasta blanda, azul, corteza natural enmohecida
Materia Grasa: 50%
Maduración: De 3 a 4 semanas
Aspereza: Suave a media
Vino: Domaine des Deux Pierre – Clairette du Languedoc
País de origen: Francia
Región: Languedoc-Rosellón-Mediodía-Pirineos
Notas: Este queso se elabora en una pequeña lechería familiar, la Lechería Rissoan fundada en 1948 por los hermanos Jean y Marius Rissoan. Se encuentra en Luc en Lozère, en Languedoc-Rosellón. Actualmente está gestionado por la señora Mireille Trémolière, hija de Jean Rissoan.
La Lechería Rissoan produce y comercializa sus propios quesos utilizando para ellos leche que proviene únicamente de Lozère y Ardèche, esta tierra aislada y salvaje de escarpadas montañas, extensas praderas, profundos barrancos y cuevas de piedra caliza, es el lugar ideal para que vacas y ovejas pasten libremente y proporcionen una leche de alta calidad que por supuesto repercute en los quesos. Es el hogar de varios conocidos quesos franceses como el Laguiole, Pélardon des Cévennes, y los quesos azules como el, Bleu des Causses y Roquefort.
El Petit Risso, es un queso azul de pasta blanda y untuosa, con algunas vetas de moho azul verdoso. La leche de vaca utilizada para elaborar este queso es leche termizada (Este proceso no llega a la pasteurización completa, pero sí, destruye algunos patógenos malignos). La leche se calienta a unos diez grados más fría que la pasteurización normal. Lo que hace es reducir el número de microorganismos en la leche sin comprometer la integridad del sabor.
Aunque entra en la categoría de quesos azules, no se deje engañar, no es un queso fuerte ni picante más bien es suave y templado, con sabores muy bien equilibrados entre dulce y salado, con notas ligeramente herbáceas. La textura es densa, rica muy mantecosa, la corteza es dura pero totalmente comestible.
El queso se comercializa en formato redondo con un tamaño de 9 cm. de diámetro, por 4,5 cm. de altura y un peso de 280 g.
Para no perderse ningún detalle de la riqueza de sabores, es conveniente sacarlo del frigorífico un tiempo antes de consumirlo para que se atempere, y poder degustarlo en sus óptimas cualidades.
Ideal troceado a dados en una ensalada o fundido en un plato de pasta, para enriquecer salsas. Marida perfectamente con vinos blancos frutados o rosados secos de la zona.