Rogue River Blue

Leche: Vaca

Tipo: Pasta semi-dura, azul, corteza natural envuelta en hojas de parra

Materia Grasa: 45%

Maduración: Entre 8 y 12 meses

Aspereza: Fuerte

Vino: Albet i Noya Dolç de Postres Reserva o Sauternes

País de origen: Estados Unidos

Región: Oregón

Notas: Considero que se trata del más distintivo queso azul elaborado en los Estados Unidos en la actualidad. Con toda seguridad puede compararse con los mejores quesos azules del mundo. El Rogue River afecta a tantos receptores sensoriales: que ofrece perfume a flores, frutas, verduras, hierbas y especias, su textura es húmeda, y gratamente pegajosa al tacto.

Ig Vella, conocido como el padrino de los quesos artesanales en EE.UU. figura todavía como maestro quesero en Rogue Creamery; sus nuevos propietarios, a partir de 2002, son David y Cary Gremmels Bryant. Ig Vella y los Bryant han formado un equipo que ha trabajado maravillosamente, en el desarrollo del Rogue River Blue cheese que fue creado por el padre de Ig, Tom, en 1957. Tom fundó la Vella Cheese Company en el Condado de Sonoma. Creador de Monterey Jack seco, en 1930. Con el apoyo del magnate del queso JL Kraft, que abasteció a las fuerzas aliadas con el queso Kraft, durante la Segunda Guerra Mundial. A mediados de 1950, Tom fue a Francia durante varios meses al estudio de los quesos azules, y regresó para crear el estilo de Roquefort-cuevas de Oregon y crear el primer queso azul de la Costa Oeste. Tom falleció en 1998 a la edad de 100 años, Ig y continúa el legado familiar.

Queso elaborado artesanalmente al estilo del Roquefort, utilizando leche de pastoreo de vacas de las razas Jersey y Holstein. El molde original de la cepa desarrollada por Tom Vella en 1957, en la actuañidad sigue siendo introducido en la cuajada. Los quesos se secan y se salan en cuevas, maduran en estas de forma natural por un periodo de 8 a 12 meses, su corteza es de origen natural. La humedad de los quesos se logra conservar durante mucho tiempo gracias a que estos están envueltos a mano por hojas de parra que se han macerado en brandy de pera y se atan con tiras de rafia. La pasta es de un atractivo color blanco marfil en el centro y un color beige más oscuro hacia la superficie con manchas distribuidas irregularmente de color azul-verde veteado y un número de agujeros y fisuras.