La leche y sus derivados forman parte de nuestra dieta habitual, y muchas son las dudas que han surgido siempre en relación a estos alimentos. Por un lado existen fieles defensores de una dieta rica en lácteos, mientras que otras muchas no están para nada a favor. A pesar de todo, recientes estudios han demostrado que el consumo habitual de lácteos puede mejorar nuestra salud y alargarnos la vida.
Según numerosos estudios realizados por científicos de la Universidad de Bristol en Reino Unido, y de la Universidad de Queensland en Australia los lácteos podrían ser una buena forma de conseguir mejor calidad de vida. Estos estudios demuestran que ingerir lácteos desde una edad temprana nos ayudará a tener una mejor salud en contra de lo que muchos han pensado siempre.
Como todos sabemos los lácteos tienen un alto contenido en calcio, y precisamente este es el nutriente que ha llevado a los investigadores a llegar a esta conclusión. Pero además de esto la leche y sus derivados también son un alimento que tiene fama de poseer altos valores de grasa saturada, aunque el calcio puede contrarrestar todo esto.
El calcio es un mineral fundamental para mantener unos huesos fuertes y conseguir un correcto crecimiento de los mismos. Hasta ahora sabíamos que los lácteos eran importantes para lograr esto, pero a raíz de estos estudios también hemos descubierto que son una buena herramienta para mejorar la salud del sistema circulatorio, evitando así los problemas cardiocerebrales derivados de una mala circulación.
Un aporte correcto de calcio ayuda a mejorar la presión sanguínea, reduciendo la hipertensión y mejorando la circulación general del organismo. Es un buen aliado que nos ayuda a prevenir cualquier riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Este hecho es el que hace que nuestra salud se mantenga fuerte durante más tiempo, de forma que conseguimos alargar la vida al permanecer jóvenes por más tiempo.
Para conseguirlo es importante que dotemos al organismo de las cantidades de calcio que necesita. La mejor forma de lograrlo es ingiriendo productos lácteos como mínimo tres veces al día. De Esta manera dotaremos al organismo de una prevención natural para mantener nuestro sistema circulatorio en perfectas condiciones. En la medida de lo posible debemos ingerir productos lácteos desnatados para evitar el aumento de calcio y de grasas saturadas que no necesitamos y que pueden contrarrestar los efectos saludables causados por el correcto aporte de calcio.