Investigadores de la Universidad de Australia del Sur y la Universidad de Maine sugieren que la ingesta frecuente de productos lácteos, en promedio una vez al día, está vinculada a un mejor desempeño mental que incluyen el razonamiento abstracto, la memoria visual-espacial, la organización y la memoria de trabajo.
Los investigadores reaizaron pruebas con más de 1000 personas, y sugieren que los beneficios pueden estar relacionados con el contenido de nutrientes de los alimentos lácteos, como la vitamina D, el fósforo y el magnesio.
El consumo de lácteos está relacionado con varios factores de estilo de vida, y los autores señalan que en las últimas dos décadas el consumo de lácteos se ha reducido considerablemente en todo el mundo.
Según el equipo de investigación, este cambio en los hábitos alimentarios es alarmante en cuanto a la cantidad de energía consumida, el riesgo de sobrepeso y obesidad y la ingesta insuficiente de nutrientes.
El equipo agrega que de acuerdo con este patrón de dieta en los niños, los datos en una población adulta sugieren que los consumidores de bajas cantidades de alimentos lácteos pueden dedicarse a otros estilos de vida y hábitos alimenticios menos saludables, lo que es una posible explicación de su desempeño más pobre, aparte de que les faltan los aspectos positivos del consumo de productos lácteos.
Los detalles del estudio
El equipo de investigación analizó los datos de 972 personas que participaron en el Estudio Longitudinal de Maine-Siracusa.
Dietas mal balanceadas: Más refrescos y menos lácteos
En muchos países como México o Estados Unidos la disminución del consumo lácteo ha coincidido con un aumento en el consumo de refrescos.
Los hábitos de dieta se evaluaron mediante el Cuestionario de Salud y Nutrición, un documento de 41 preguntas desarrollado originalmente para la Investigación Prospectiva Europea sobre Cáncer (EPIC).
Consumir un lácteo al día se asocia con una mejoría significativa en una gama de funciones mentales
La función mental se evaluó mediante una serie de pruebas de memoria y organización visual-espacial, análisis y seguimiento, la memoria episódica verbal, memoria de trabajo, función ejecutiva, y similitudes (una medida del razonamiento abstracto).
Los resultados mostraron que el consumo de productos lácteos al menos una vez al día se asocia con puntuaciones significativamente más altas en varios dominios de la función cognitiva en comparación con aquellos que nunca o rara vez consumen productos lácteos.
Los malos hábitos de vida pueden estar relacionados con el bajo desempeño mental
El equipo concluye que la ingesta frecuente de alimentos lácteos se asocia con un mejor rendimiento cognitivo, pero los mecanismos causales que lo rigen están aún por determinar.