El consumo de productos lácteos, especialmente los productos con bajo tenor graso, pueden ayudar a reducir la presión sanguínea, según sugiere un nuevo estudio. Los investigadores no están seguros sobre las causas de este beneficio, pero manifestaron que los productos lácteos desnatados pueden ser componentes cruciales en una dieta saludable.
Para el estudio, los investigadores evaluaron una posible relación entre el consumo de productos lácteos y la presión sanguínea entre 4,797 mil participantes del llamado Family Heart Study, patrocinado por el Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre de los Estados Unidos.
La presión sanguínea sistólica fue 2,6 milímetros de mercurio (mmHg) menor en promedio entre las personas que consumían grandes cantidades de productos lácteos (mas de tres porciones por día) comparado con aquellas que consumían pequeñas cantidades de esos productos (menos de media porción por día). La presión sanguínea sistólica es el primer número (mayor) en la lectura de la presión, e indica la presión en las arterias cuando el corazón late.
En tanto, cuando fue considerado el tenor de grasa saturada, el efecto benéfico en la presión sanguínea solo fue observado entre las personas que consumían menores cantidades de grasas saturadas. En este grupo, los participantes que consumían más lácteos tuvieron presión sanguínea sistólica 3,3 mmHg menor que las personas que comían menos productos lácteos.
Entre los participantes que consumían menores cantidades de grasas saturadas, aquellos que comían más lácteos tuvieron 54% menos probabilidades de tener alta presión sanguínea de que aquellas que consumían menos de esos productos.
Los descubrimientos de este estudio serán publicados en la edición de agosto del Periódico Hypertension.