La clasificación de los quesos
Los quesos se clasifican según sus característica, su contenido graso (semigrasos y magros), la consistencia de la pasta, el sabor, las características de la corteza, la leche de origen para su fabricación, la forma característica de su molde, la posibilidad de extraer o no la mantequilla antes de la coagulación y finalmente el modo de preparación y curado, por ser naturales o procesados.
Los quesos naturales
Se clasifican en siete categorías básicas según su textura o grado de humedad: frescos jóvenes, con corteza natural, corteza blanda y blanca, semicurados o semiblandos, corteza firme o dura, azules y aromatizados.
Los quesos procesados
Son aquellos quesos elaborados a partir de los quesos naturales a os cuales se les ha añadido algún emulsionante, o sabor, agua, nata y aromas diferentes como jamón, nueces o alguna especia. Tienen un valor nutritivo similar a los naturales y un tiempo de conservación mayor, pero no tienen el carácter único del queso natural y original.
También se clasifican:
Según el ingrediente escogido para formar el cuajo, con cuajo natural (jugo gástrico del mismo animal) o por acidificación, añadido de acido cítrico o algún otro acido: quesos al cuajo o quesos ácidos. Por el origen de la leche: cabra, vaca, oveja, yak o una mezcla de varias leches. Por su textura pueden ser compactos o granulares Por los microorganismos utilizados para su fermentación : veteados, azules, de moho blanco, con corteza con desarrollo bacteriano. Por su contenido de humedad o agua: frescos, blandos semicurados o curados. Por su contenido de grasa. triple graso (75% de grasa mínimo), doble graso (60 % mínimo), graso ( 45 % mínimo y 60 % máximo), semigrasa ( entre 25 % y 45 %), semidenatado (mínimo 10%)
Melón frito con queso camembert
Ingredientes
1 melón pequeño, sin cáscaras y cortados en cubos grandes
1 queso camembert cortado en 12 pedazos
3 huevos ligeramente batidos
250 grs. de tocineta ahumada
Suficiente aceite para freír
Palillos de brocheta, humedecidos
Preparación
Fría la tocineta hasta que este bien crujiente, póngala sobre papel absorbente y quítele el exceso de grasa, luego en un mortero, procésela hasta lograr un harina fina, vuelque sobre un platón llano y reserve. Seque bien los palillos de brochetas, y prepárelas poniendo en cada una un cubo de melón, un pedazo de queso, y un cubo de melón. Reboce cada brocheta en el huevo batido, páselas por la tocineta bien desmigajada y fríalas en bastante aceite caliente (por inmersión) solamente por 30 segundos, que apenas dore el rebozado, sáquelas y escúrralas sobre papel de cocina absorbente.