Esta enfermedad es un conjunto de cuadros médicos que incluyen la hipertensión, altos niveles de azúcar sangre o niveles altos de triglicéridos, entre otros.
Aunque su etiología es compleja, el síndrome metabólico es causado, principalmente, por una combinación de obesidad y la inactividad. También está vinculado a la resistencia a la insulina, lo que significa que las células de una persona no responden plenamente a la insulina, una hormona que normalmente indica a las células que tienen que limpiar la glucosa de la sangre. En consecuencia, los niveles de glucosa a la sangre permanecen altos, lo que puede conducir a la diabetes.
En este sentido, muchos investigadores se han interesado en entender si determinados alimentos pueden ayudar en esta dolencia. Por ejemplo, se ha sugerido que los productos lácteos pueden ser especialmente útiles. Así, un proyecto conjunto encabezado por los doctores Nancy Babio y Jordi Salas-Salvadó, director de la Unidad de Nutrición Humana de la Universitat Rovira i Virgili y el investigador principal de la Red CIBERobn español, estudiaron a un grupo de personas mayores con riesgo elevado de enfermedad cardiovascular. Los detalles de este trabajo de investigación se encuentran en un artículo publicado en la revista The Journal of Nutrition.
Esta investigación se llevó a cabo como parte del estudio PREDIMED (Prevención con Dieta Mediterránea) diseñado para examinar el impacto del consumo de una dieta de estilo mediterráneo en la prevención de enfermedades cardiovasculares. En este caso, los investigadores se centraron específicamente en la relación entre la ingesta de alimentos lácteos y el desarrollo del síndrome metabólico. Se hizo el seguimiento durante una media de tres años de un total de 1.868 hombres y mujeres de entre 55 y 80 años de edad. Al final del estudio, casi el 50% de los participantes había sido diagnosticado con el síndrome metabólico.
En comparación con los que comían una menor cantidad, las personas que habían consumido más productos lácteos eran el 28% menos propensos a desarrollar síndrome metabólico. Cuando se analizaron los tipos de productos, los investigadores identificaron los lácteos bajos en grasa, los yogures bajos en grasa, los yogures enteros y la leche baja en grasa como alimentos más protectores. Por otro lado, cuando estudiaron los tipos de productos a considerar para cada una de las características del síndrome metabólico, el yogur, y especialmente el yogur entero, se asoció con un menor riesgo de desarrollar diferentes alteraciones. La relación con el consumo de queso era el opuesto: las personas que consumieron más tenían mayor riesgo de desarrollar el síndrome metabólico durante el estudio.