Eliminar los lácteos de tu dieta, ¿moda ó salud?

La alimentación y la nutrición son unas de las ciencias más controversiales, ya que día a día oímos cosas diferentes que incluso muchas veces se contradicen entre sí. Con toda esta información es muy fácil terminar más confundidos con respecto a lo que nos conviene y lo que no.

Esto se debe, en parte, a que la ciencia avanza a pasos agigantados, por lo que se van descubriendo efectos que tienen algunos alimentos, que antes era imposible comprobar. Por otra parte la nutrición esta «de moda» y, como con todo en el mundo de la moda, nos gusta que haya cambios y que nos propongan cosas diferentes.

A nadie le gustaría usar un mismo par de jeans por el resto de su vida porque sería aburrido, nos gusta que algunas temporadas vengan de moda los «skinny jeans», para otra los acampanados, en otra los jeans rotos y vintage.

Lo mismo pasa con las dietas y la alimentación; tendencias van y tendencias vienen y como consumidores nos gusta que nos sugieran cambios y maneras diferentes de hacer las cosas.

LA CUESTIÓN CON LOS LÁCTEOS

Los lácteos y sobretodo la leche es uno de esos alimentos que un día oímos que es buenísima y otro día que es de lo peor. Por esto, aquí les dejo un análisis de los pros y los contras de la leche de vaca:

De unos años para acá es común oír que la leche de vaca es prácticamente veneno para nuestro cuerpo, tiene hormonas y antibióticos, nos genera mucosa que nos hace propensos a enfermedades y para terminar, como adultos no deberíamos de tomar leche ya que somos el único mamífero que toma leche en la vida adulta y nuestro sistema no esta hecho para digerirla. A cambio, el mercado nos ofrece gran variedad de leches como la de soya, la de almendra, de arroz ó de coco.

Este concepto contiene muchos mitos y realidades dentro de él.

1. Hormonas y Antibióticos: La leche, al igual que casi todos los productos de origen animal, sí puede estar contaminada con hormonas ó antibióticos que toman los animales, pero son dosis muy pequeñas. Si te tomas 1 vaso de leche al día ó desayunas 1 yogurt diario, estas hormonas y antibióticos no te afectarán de ninguna manera porque prácticamente ni los percibirás. Ahora que si te quieres asegurar de no consumir nada de esto, siempre están como opción los productos orgánicos que son libres de todas estas sustancias.

2. Mucosa: Los lácteos en general si generan mucosa dentro de nuestro cuerpo, y es una realidad que al producir más mucosa somos propensos a más enfermedades. Una vez más, la recomendación aquí es ¡la moderación! No bases tu dieta únicamente en lácteos, elige 1 ó 2 raciones al día (ya sea queso, yogurt ó leche) y el resto del día incluye alimentos diferentes.

3. ¿Cómo adultos somos intolerantes?: Es verdad que cuando somos pequeños producimos mayores cantidades de lactada, que es la enzima encargada de digerir la leche. Muchas personas incluso dejan de producir esta enzima cuando son adultos, esto les genera malestar estomacal y la famosa intolerancia a la lactosa. Pero no todos tienen que dejar de consumir lácteos en la vida adulta, muchas personas siguen produciendo esta enzima hasta el día de su muerte y no les afectará tomar leche porque tienen las herramientas para digerirla. ¡Hazle caso a tu cuerpo! Si te tomaste un cereal con leche y te comienzas a sentir mal, probablemente seas intolerante y no hay que abusar de los lácteos ya que te hacen daño, pero si no haz notado ningún síntoma sigue consumiéndolos de manera moderada.

4. ¿Qué consumir en lugar de leche de vaca?: El resto de las leches que nos venden también tienen sus pros y sus contras, no por dejar de tomar leche de vaca quiere decir que puedes consumir leche de soya ó almendras sin límite. Algunas de estas leches tienen mucha azúcar ó mucha grasa ó compuestos que alteran nuestras hormonas, etc..

CONCLUSIÓN

Por esto la conclusión está en la moderación. No elimines un grupo completo de tu dieta como podrían ser los lácteos, pero tampoco abuses de las alternativas como las otras leches ó los productos derivados de soya.

Planea tus comidas y menús para que dentro de un mismo día puedas consumir algo de lácteo, por ejemplo, 1 yogurt griego con fruta y avena durante la mañana, pero que para la noche te queden opciones sin lácteos, como podría ser una ensalada de atún con verduras y tostadas de maíz horneadas.

Sí un día ves que ya haz consumido demasiados lácteos entonces si puedes recurrir a las alternativas como un plato de cereal con fibra y leche de almendra ó 1 capuchino con leche de soya.