El yogur es un alimento muy completo, además de tener vitaminas A, D y minerales como el calcio, sus nutrientes sufren una predigestión gracias a la accción de las bacterias y esto hace que sea un alimento fácil de tomar y muy digestivo. Hoy vemos cómo hacer yogur en casa de manera sencilla.
Ingredientes: leche, un yogur natural y leche en polvo. La leche podéis elegir vosotros, desnatada si os preocupan las calorías o entera. El yogur nos va a proporcionar los microorganismos que transformarán la leche en yogur por fermentación, y la leche en polvo dará consistencia y textura característica al yogur, si no lo echáis simplemente tendremos un yogur líquido.
Proceso: se calienta la leche hasta que esté tibia, no hace falta que rompa a hervir. Podemos calentarla en el microondas. Se echan 2-3 cucharadas de leche en polvo para darle textura, se mezcla bien y a continuación se echa el yogur, volvemos a mezclar hasta que todo esté homogéneo y tapamos manteniendo la temperatura durante 6-8 horas.
Temperatura: lo óptimo es que la mezcla esté a 40-45 º centígramos, para eso, si no tenemos una yogurtera, podemos poner la mezcla (siempre tapada), en una zona caliente, por ejemplo al lado de un radiador, o meterla al baño maría con fuego muy flojo. A esta temperatura las bacterias convierten la lactosa en ácido láctico y esta acidificación del medio hace que las proteínas de la leche coagulen y se forme la textura características del yogur.
Después, y cuando notemos que ya se tiene la textura del yogur, metemos en el frigorífico para detener la fermentación y en un par de horas estará listo para tomar. Fácil y sencillo obtener yogur en casa, al que podemos añadirle frutas o frutos secos para tener una merienda o desayuno perfecto.