Se puede utilizar en la preparación de diversos platos
Elegir el queso
Los quesos más adecuados para la cocina suelen ser los más maduros y de sabor concentrado, tales como el de Mahón, Roncal, Idiazabal, Manchego, etc.
Los quesos duros resultan adecuados para rallar, para elaborar gratinados y salsas. Se deben rallar en el mismo momento de su utilización. Ejemplos: Mahón, Roncal, Idiazabal, Manchego curado, etc.
Los blandos, frescos, son ideales para ser batidos y triturados a la hora de formar pastas y cremas, para dar cuerpo a un flan, soufles, o unos huevos batidos. Ejemplos: Burgos, Cervera, Villalón, Alicante, etc.
Los quesos grasos, son una buena opción para trocear en taquitos y lonchas, y tomarse crudos en ensaladas o calentarse a fuego suave. Ejemplos: Los de Nata de Cantabria, Gallegos de Ulloa, de Tetilla, Vidago…
La mantequilla ayuda a que el queso se derrita y se extienda mejor.
Por otra parte, la consistencia del queso también nos indica la elaboración más adecuada.
– See more at: http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/en_la_cocina/trucos_y_secretos/2003/02/17/57251.php#sthash.4WuNawzm.dpuf