Sí. Debido al uso de leche cruda en su elaboración, en algunos países continuamente se cuestiona la seguridad higiénica de los quesos suizos clásicos elaborados con leche cruda como Appenzeller®, Berner Alp- und Hobelkase AOP, Emmentaler AOP, L’Etivaz AOP, Le Gruyère AOP, Raclette du Valais AOP, Tilsiter de leche cruda (rojo), Tête de Moine AOP y Sbrinz AOP. Los hechos científicos sin embargo no avalan este argumento. La extraordinaria calidad de la leche, su rápido procesamiento en un plazo de 18 horas después de ser ordeñada, las temperaturas de cocción relativamente altas, junto con una buena acidificación del queso y un tiempo de maduración de entre 3 hasta 18 meses, evitan que los patógenos puedan acumularse de manera peligrosa. También los grupos de consumidores más sensibles, como las mujeres embarazadas pueden disfrutar tranquilamente de estos quesos.
Los quesos blandos de leche cruda resultan mucho más exigentes desde el punto de vista higiénico. En estos casos, la masa del queso apenas se calienta, el contenido de agua es alto y el tiempo de maduración es de sólo unas semanas, lo cual no garantiza la inactivación de patógenos de la leche. Por lo tanto, la seguridad higiénica debe garantizarse mediante la estricta supervisión de la calidad de la leche, desde el momento en que se ordeña, y un meticuloso análisis microbiológico de los lotes de producción.