La glándula mamaria cuenta con un sistema inmunológico que permite de alguna manera protegerse contra infecciones y a la leche de contaminaciones. Al respecto, se tienen los siguientes componentes[1]
* Lactoferrina: Es una glicoproteína que tiene la propiedad de unirse al hierro, similar a la transferían de la sangre. Se encuentran en altas concentraciones en la leche de los animales que no se ordeñaron y en la de aquellos afectados por mastitis, inhibe la multiplicación de las bacterias al privarlas de hierro y pueden proteger a la ubre seca de la infección por Escherichia coli.
* Inmunoglobulina: En la leche se pueden encontrar anticuerpos que llegan desde el torrente sanguíneo o bien sintetizados en la glándula mamaria, cuya función es proteger al recién nacido por transferencia pasiva. Actúan a nivel local para evitar o reducir la severidad de la mastitis, causada por los gérmenes susceptibles al sistema complemento-anticuerpo que opera en la glándula, además puede neutralizar toxinas o actuar como oproninas para facilitar la fagocitosis por parte de los polimorfo nucleares.
* Aglutininas: Son anticuerpos capaces de aglutinar las bacterias sensibles de una manera específica, formando masas agrupadas que son arrastradas a la superficie por los glóbulos grasos o se depositan en el fondo en la leche desnatada. Actúan sobre entero bacterias, son más abundantes en el calostro, se destruyen fácilmente con el calentamiento sobre los 60 ºC.
Fagocitos: El principal mecanismo de defensa de la ubre lo constituyen los fagocitos polimorfo nucleares.
Vitaminas B12: Otros sistemas antimicrobiano descrito en la leche pero que aun no se conoce su modo de acción o bien son de menor importancia.