El lugar adecuado para almacenar los quesos en casa no está bien resuelto todavía
A pesar de esta dificultad, existen frigoríficos con departamentos especiales que mantienen la temperatura entre 6 º y 10 º C y la atmósfera húmeda.
Si no se dispone de este compartimento especial es recomendable guardarlos en el cajón de las verduras, por la temperatura y la humedad existentes, y envueltos en papel de aluminio para evitar que se resequen.
En las zonas frías y húmedas se utilizan pequeñas fresqueras -armarios con red- para evitar que entren bichitos, como las que había en las antiguas casas, pero el problema es que no guardan una temperatura continua y en días de calor suda en exceso el queso y se reseca.
Otra recomendación es guardarlo en queseras de vidrio pero lo que fundamentalmente evita este tipo de quesera es la transmisión del olor, por lo que al estar en contacto con el aire directamente también tiende a resecarse.
En definitiva, debemos recubrir el queso con un papel de aluminio para preservarlo del aire y de la luz, y conservarlo en un lugar con temperatura de 6 ºC a 8 ºC y que tenga un poco de humedad.
Eso sí, para consumirlo y disfrutar plenamente de su sabor, deberemos tenerlo previamente a temperatura ambiente por un espacio de unos 10 minutos.
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