Uno de los alimentos que más polémicas ha generado sobre si es recomendable o no su consumo son los lácteos. De hecho, incluso las opiniones de los expertos se contradicen entre sí, desaconsejando o defendiendo la introducción de la leche dentro de una dieta equilibrada.
Por ejemplo, en el libro ‘La dieta Depurativa’ de J.J.Virgin, la autora argumenta que, siendo el 75% de la población mundial intolerante a la lactosa, no parece una insensatez determinar que su consumo no sea tan beneficioso como parecía dentro de la alimentación tradicional. En este sentido, advierte que, basándose en algunos estudios, aun tolerando los lácteos, estos pueden ser culpables de problemas como la ganancia de peso, la resistencia a la insulina, acné y enfermedades óseas como la osteoporosis.
En el caso de los kilos de más, el libro menciona un estudio de la Facultad de Salud Pública de Harvard en el que, tras analizar a 12.829 niños, se deducía que ingerir leche desnatada había podido influir en su ganancia de peso, frente a los que tomaron los lácteos enteros o lo hicieron en menor proporción. También explica que la leche afecta a la secreción de insulina y al sistema hormonal debido a su alto contenido en anabolizantes naturales provocando, entre otras cosas, acné. Y no solo eso, sino que también hace referencia a otra investigación de más de 77.000 personas en la que se ponía en entredicho que los lácteos previniesen fracturas óseas, avisando, además, de que los países que más leche toman tienen también cifras más altas de osteoporosis.
Sin embargo, la dietista-nutricionista Virginia Gómez sí que se muestra favorable al consumo de lácteos como fuente de calcio y vitamina D. A pesar de que el calcio también se pueda obtener directamente de otros alimentos como vegetales (espinacas) o pescados (sardinas). Es más, opina que, al contrario de lo que afirma el libro de J.J.Virgin, los científicos no han encontrado una relación directa entre este alimento y la osteoporosis. Esta enfermedad, advierte, se previene con otros factores además del calcio, como la vitamina D o el ejercicio, que influye en el fortalecimiento de los huesos.
Teniendo en cuenta que el resto de los problemas que menciona el libro también se contradicen con otros estudios realizados, la experta recuerda que lo importante es seguir las recomendaciones diarias y no excederse en su consumo. Así mismo, Gómez hace especial hincapié en controlar la calidad de la leche que tomamos, sabiendo que cuanto más fresca y menos tratada químicamente esté, menos dañina será para el cuerpo. «Ningún alimento es insustituible, y la leche desde luego no lo es, pero si te sienta bien y te gusta, no hay razón de eliminarla de la dieta», asegura.
Pero si no es tu caso, y quieres sustituirlo por otros alimentos, la autora de ‘La Dieta Depurativa’ apuesta por la leche de coco. Esta exótica fruta es rica en fibra y grasas, que ayudan a sentirse saciado durante más tiempo, así como en vitaminas y minerales, protegiendo la piel, los huesos y hasta la presión arterial. Si tenemos en cuenta que también proporciona hidratos de carbono, nos encontramos con una bebida muy nutritiva para acompañar el desayuno, al que solo le faltaría algo de proteína para ser un menú completo y saludable.