Expertos de varias universidades coinciden en la importancia de integrar los helados en la dieta de los niños, por el aporte calórico moderado y por su alto valor nutritivo. Así se manifiesta en el Libro Blanco de los Helados que se presentó por Carmen Vidal, catedrática de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Barcelona.
Según Carmen Vidal, los helados aportan una elevada concentración de calcio y proteínas muy beneficiosas para el desarrollo de los niños, además su contenido moderado en calorías lo convierte en un ideal alimento. El contenido energético de los helados es inferior a 300 kilocalorías por cada 100 gramos en cambio el contenido proteico es similar al de la leche y llega a aportar hasta un 20% de las necesidades de calcio diario en un niño. Pero esto no implica que se pueda abusar de ellos, que se incluyan en la dieta no quiere decir que se puedan comer a todas horas, ya que contienen hasta un 25% de azúcares, pero todo depende del tipo de helado así, un helado que contenga frutos secos o chocolate incorpora grasas de mayor calidad a diferencia de otro tipo de helados. Si le has de dar un helado a tu hijo, procura que sea de calidad, no un polo de hielo con colorantes, sino un helado.
Hay que desterrar algunos errores en cuanto a este refrescante alimento, se ha dicho que engordaban y no es cierto, que son golosinas y no alimentan, tampoco es cierto, que provocan caries, que irritan la garganta o que provocan dolores de cabeza, son simplemente mitos.
Dándole de vez en cuando un helado a tu hijo, le proporcionarás un gran alimento y una gran satisfación.