Pero qué buenos están algunos helados. Pero no te dejes engañar por falsos mitos y consúmelos con moderación a pesar de los nutrientes que aportan la mayoría de ellos.
nutrientes helado
El clásico de cada verano sin precedentes. Los helados son responsables de muchos mitos, uno de ellos de que ayuda a la digestión, pero de eso ya hemos hablamos en otra ocasión. Comer helado tiene sus ventajas, sí, cuando te han sacado una muela y el dentista te recomienda aliviar el dolor con algo frío que no tienes por qué masticar.
Pero el helado es básicamente leche y como tal, está cargada de azúcares (lactosa), grasas y proteínas típicas de los lácteos. Aunque depende mucho de la infinita variedad de ellos que hay en el mercado, que incluso ofrecen helados «light». No te dejes engañar, tal vez pero eso no significa nada.
Vitaminas poco prometedoras
No estoy en contra de paliar un sofocante día con un helado, pero no estoy nada a favor de autoengañarnos pensando que «no son tan malos». Si eres nuevo en Yuufit, sabrás que no hay comida ni «mala» ni «buena» sino calorías y lo que es más importante: valores nutricionales.
En este último sentido, además de las proteínas, el calcio y los aminoácidos esenciales, los helados contienen vitamina B2 y vitamina A. Para cubrir entre un 10% y un 15% de las cantidades mínimas del B2 habría que tomar 100 gramos de helado.
Por esa regla de tres, estoy de acuerdo con que el helado no debería convertirse en una fuente de vitaminas, ni de lejos. Pero sí en una forma bastante deliciosa de pasar una merienda, complementado con un plan que te lleve más allá de la silla de la oficina o el sofá a la vera del aire acondicionado. Entonces así, sí se disfruta.