En Bogotá no se hacen controles de residuos de antibióticos en la leche. Es más, la Secretaría Distrital de Salud (SDS) no realiza análisis de la presencia de residuos de medicamentos en alimentos de origen animal.
Así lo reveló la directora de Salud Pública de la SDS, Ana María Peñuela, luego de la polémica que originó las conclusiones de una investigación de la Universidad Nacional, que dio a conocer que 23,64 por ciento de la leche que se comercializa en Bogotá presenta residuos de antibióticos betalactámicos en niveles tóxicos para las personas.
El consumo de leche con este tipo de contaminación puede desarrollar reacciones alérgicas e hipersensibilidad a los antibióticos, entre los cuales está la penicilina.
Peñuela dijo que las pruebas para detectar rastros de antibióticos en la leche no se realizan en Colombia y que en Bogotá apenas se está tratando de implementar. En la ciudad solo se controlan las características físicas, Ph, turbidez, color y microbiológicas de la leche.
Precisamente en eso estamos trabajando y la tesis de los estudiantes de la Universidad Nacional corresponde a una de las fases del estudio que se está realizando , agregó Peñuela.
La SDS indicó que desde 1995 se han valorado dos técnicas de análisis de antibióticos en la leche. La primera fue la conocida como Weyhenstetha, que encontró que de la leche que se comercializa en Bogotá (3 450.000 litros diarios), el uno por ciento tenía residuos de antibióticos.
La segunda técnica que se evaluó, aseguró Peñuela, es la que se aplicó en la tesis de la universidad: la Snapp, que encontró que de las 165 muestras que tomaron los estudiantes de las que a su vez recoge la SDS (de todas las marcas), 38 presentan residuos de antibióticos betalactámicos.
Lo que busca la entidad es estandarizar una técnica para Bogotá. Por eso, desde ahora y hasta finales de junio se estudiarán otras dos para saber cual es la mejor e implementarla en la ciudad , añadió Peñuela.
Una vez se haya escogido la técnica de análisis de antibióticos se procederá a validarla con el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) para empezar a aplicarla en el Distrito.
Esto se daría a finales de septiembre próximo.
No se trata de desvirtuar el estudio de la universidad, pero debemos esperar a que estén todos los análisis y que se adopte una técnica definitiva , enfatizó Peñuela, que cree que la presencia de antibióticos en la leche es un problema de carácter nacional.
El investigador de la Universidad Nacional y director de la tesis, Guillermo Sánchez López, coincidió con Peñuela en este punto y dijo que los correctivos hay que tomarlos en el momento de la producción de la leche, pues ni la higienización ni la pasteurización eliminan totalmente los residuos de antibióticos en la leche.
Esta contaminación es producida por el tratamiento inadecuado de la mastitis (inflamación de las glándulas mamarias) de las vacas y, también, por la ignorancia o el incumplimiento de la regulación acerca del tiempo que debe transcurrir entre la administración de droga a la res enferma y el consumo de su leche.
Lo ideal es hacer un trabajo con el ICA, los ganaderos y el Ministerio de Hacienda para garantizar que la leche que comercializan las empresas sea un material sano , puntualizó Peñuela.