Leche: Vaca
Tipo: Pasta blanda, corteza lavada
Materia Grasa: No definido
Maduración: De 2 a 3 semanas
Aspereza: Suave
Vino: Château Meunier St Louis (D.O. Corbières)
País de origen: Francia
Región: Languedoc-Rosellón-Mediodía-Pirineos
Notas: Este queso lleva el nombre del Val de Dagne, un agradable valle a los pies del Monte Alaric, a 24 km de Carcasona. Situado en el departamento de Aude, en la región francesa de Languedoc-Rosellón.
Su localización, muy privilegiada, permite tanto a sus residentes como a los turistas disfrutar tanto del mar en verano (playas del Mediterráneo 60 km), como de la montaña en invierno (100 km), mientras gozan de los beneficios de la vida rural (calma, naturaleza, espacio). Viñedos, bosques, matorrales, campos y ríos conforman los paisajes montañosos de los alrededores. El Val de Dagne goza de un clima mediterráneo y pertenece a la segunda área más soleada de Francia.
Esta es una zona que durante siglos ha dependido para su sustento principalmente en la viticultura, los productos lácticos y entre ellos el queso también tiene un peso importante para el enriquecimiento de la región.
El Galette du val de Dagne es un queso artesanal de pasta blanda, obtenido por coagulación lenta, esencialmente láctica, y exudación espontánea de leche de vaca cruda y entera. Se moldea, se sala, y se pone a madurar en sótanos húmedos, durante su maduración al principio se lava por ambas caras y luego se cepilla en seco.
Presenta una corteza ondulada, de color naranja, que está cubierta con un sutil polvo de moho blanco. El color de la pasta oscila entre el blanco y el marfil; su textura es fluida y cremosa sobre todo al final de la maduración.
Cuando está completamente maduro el queso desarrolla un olor fuerte sin llegar a ser exagerado, sin embargo, el sabor es suave y cremoso, con un toque de moho que recuerda la trufa y nos deja una buena sensación cremosa en el paladar. La textura en boca es sedosa y aterciopelada.
Es de forma circular, 25 cm de diámetro y 3 cm de espesor. Su peso es de alrededor de 1 kg.
Es importante comer este queso a temperatura ambiente para degustar mejor su riqueza de sabores. Llevado a temperatura ambiente el queso ira adquiriendo poco a poco la mayor parte de todos sus aromas y sabores.
El interior es tan cremoso que es perfecto para untar en pan, acompañado de frutos secos (almendras, nueces) y frutas frescas, como fresas, también combina de forma maravillosa calentado sobre ensaladas, en sopas o para espesar las salsas. Marida muy bien con un vino tinto de la región.