Verano es sinónimo de calor, de mucho calor, en nuestras latitudes y en esta temporada aumenta, de manera exponencial el consumo de líquidos para refrescar.
En este grupo incluimos a los helados, pero no siempre podemos llegarnos hasta la heladería más cercana, ¿qué hacer? elaborarlos en casa, de una manera sencilla, en alguna de sus variantes: cremosa o de hielo.
Los primeros contienen leche: yogur, nata, leche en polvo…, también se le puede adicionar huevos y azúcar, frutas, chocolate, café, esencias, etc; en tanto los segundos conocidos como sorbetes o helados de hielo se preparan a partir del jugo de las frutas o de hielo junto con un almíbar que suele contener pulpa de frutas o sabores variados (como café). Se presentan en forma de sorbete, granizado o los famosos y ricos polos de hielo.
Hoy le propongo preparar un helado cremoso de yogur. Utilice para ello 250 gramos de yogur (9 onzas), igual cantidad de frutas troceadas o trituradas y una yema de huevo, esta última es opcional. ¿Su función? Ofrece más consistencia y nutrientes a la mezcla.
Una todos los ingredientes y adicione, a su gusto, azúcar blanca o turbinada, la cual puede sustituir por miel. Vierta la mezcla en un recipiente para congelar, preferiblemente plástico.
Existen dos opciones para lograr el enfriamiento: si posee una heladera puede echar la mezcla en ella y removerla de forma continua, el helado adquirirá una textura cremosa y homogénea; puede también recurrir a una técnica más casera que también ofrece buenos resultados: introduzca la mezcla en el congelador en un molde y de vez en cuando remuévala, así el helado quedará cremoso y no se cristalizará. ¡Buen provecho!