Helados
Para tomarte un helado solo necesitas las monedas suficientes y una lengua motivada. Para saber lo que te estás tomando, necesitas este post.
La mitad de un helado es aire y una cuarta parte es agua.
En el 25% restante es donde se esconden los azúcares y grasas que le importan a tu línea.
Te vamos a contar las calorías que tiene cada uno de los 8 tipos de helados que hay en el mercado, pero también te vamos a explicar los trucos que hay detrás de esas calorías.
1. El truco del azúcar
El azúcar tiene truco: aunque te compres un helado light (o «sin azúcar») estarás engordando prácticamente lo mismo, ya que en un helado lo que más engorda son las grasas.
Los sorbetes, polos y granizados son los que tienen menos calorías. Pero estos helados solo son azúcar y agua, por lo que todas sus calorías son vacías y sin valor nutricional. Son como una lata de refresco congelada.
Si te tomas un helado, que sea para disfrutarlo. No te fijes solo en las calorías: mejor tomar un poco de un helado de verdad que encadenar polo tras polo (o granizado tras granizado»¦).
2. El truco de la grasa
No hay nada más genuino que un helado con grasa de leche de vaca, pero cada vez es más habitual usar grasas vegetales.
Algunas de ellas (sobre todo la del aceite de coco y la del aceite de palma) son auténticas «rompecorazones» y a largo plazo le pasarán factura a tu salud.
3. El truco del yogur congelado
Están de moda y se llaman Llaollao, Smöoy, Ö!MyGood»¦ Te lo venden como yogur congelado, pero es mentira.
No son otra cosa que un helado de yogur. Para ser un helado, llevan lo normal de azúcar y grasa. El error es creer que estás tomando algo light.
O creer que te estás tomando un yogur. Eso es lo que ellos quieren que creas, pero tienen el doble de calorías y poquísimas bacterias lácteas (los famosos lactobacillus).