Algunas personas que consumen jugos de fruta en leche podrían llegar a engordar (acumular grasa corporal), en mayor o menor medida dependiendo de distintos factores, como el grado de acondicionamiento físico que posea, el nivel de masa muscular magra con el que cuente, y la hora o el momento en que decida consumir algún jugo de fruta combinándolo con leche. Si las leche es descremada por lo menos se baja un poco el porcentaje graso que se pueda ir al tejido adiposo, pero como la leche posee el azúcar simple conocido como lactosa, más la fructosa de las frutas (al igual que la lactosa, ésta es convertida en glucosa por las células epiteliales del intestino delgado), estos azúcares simples por ser de rápida y fácil absorción, si no hay una actividad física que requiera su inmediato consumo para ser usados para la generación de energía, se irán en su gran mayoría al tejido adiposo, luego de ser convertidos en ácidos grasos y glicerol para su posterior almacenamiento como «grasas de reserva» (triglicéridos) en las células del tejido adiposo (adipocitos).
Ya mencioné que si se hacen este tipo de jugos en leche descremada, por lo menos se evita el consumo de grasas saturadas. Ahora, si se consumen en leche deslactosada, pueda ser peor aún en términos de engordar o acumular grasa en función del tiempo, porque los azucares que quedan en la leche deslactosada son prácticamente la glucosa en sí y la galactosa «separadas», recordando que la lactosa en un disacárido formado por una molécula de glucosa y una de galactosa. Entonces, por esta razón es que la leche deslactosada tiene un sabor más dulce a la leche normal, y por lo mismo, si se consume un jugo de fruta en leche deslactosada, al ya venir la glucosa y la galactosa listas para ser absorbidas, si no hay una actividad física que requiera su gasto energético, se irán en su gran mayoría al tejido adiposo, teniendo en cuenta también el aporte de fructosa (posteriormente convertida en glucosa) por parte de la o las frutas que se añadan a este jugo.