La leche hidrata mejor a los niños que el agua o las bebidas energéticas. Es una de las conclusiones a las que ha llegado un grupo de investigadores de la Universidad de McMaster, en Canadá.
Tras practicar ejercicio físico, el aporte de nutrientes de la leche es mucho más completo que el del agua y eso les ayuda a reponer antes su forma.
El estudio está financiado por la Asociación de Productores Lecheros de Canadá y se basó en niños que tenían entre 8 y 10 años. El experimento consistía en darles a beber una copa de leche en una cámara climática tras realizar algo de deporte.
Los investigadores comprobaron que la leche reemplaza a la perfección el sodio perdido a través del sudor y ayuda al cuerpo a retener mejor los fluidos.
La leche posee además proteínas de alta calidad, carbohidratos, calcio y electrolitos, lo que la convierte en un mejor aliado tras el ejercicio físico de los más pequeños.
Los expertos nos recuerdan que la leche está compuesta en un 88% de agua. Un 3% de proteínas, un 4,5% de azúcares, 1% de sales minerales y vitaminas del grupo B, A, C y ácido pantoténico. Todo ello la hace un alimento indispensable para el desarrollo y el crecimiento.