La miel y el yogurt son una combinación perfecta para un buen desayuno. Si les agregamos fruta y avena o granola, tenemos toda la energía que necesitamos para comenzar nuestro día. Pero, ¿sabes qué otros beneficios tienen estos alimentos?
Miel
Por lo general, la miel es un condimento al fondo de nuestra alacena. Sin embargo, este alimento ha estado en la mesa de la humanidad desde los Egipcios, quienes la conocían como el néctar de los dioses. La miel posee numerosas propiedades para nuestra salud, tanto terapéuticas como nutricionales.
Su principal atributo es darnos energía. La glucosa que contiene la miel es absorbida rápidamente por nuestro cuerpo, funcionando como una inyección de energía con efecto inmediato. Además, la fructosa de la miel es absorbida más lentamente y nos da energía sostenida.
La miel mantiene estables los niveles de azúcar en la sangre, por lo que no experimentamos altibajos como con otros carbohidratos. Los deportistas la utilizan para mejorar su desempeño y resistencia, además de que reduce la fatiga muscular.
La miel posee propiedades antibacteriales que mejoran el sistema inmunológico y, especialmente, ayudan a regular la función intestinal. Contribuye a la formación de glóbulos rojos pues contiene ácido fólico. Además, debe estar en tu botiquín de primeros auxilios pues tiene propiedades antisépticas que inhiben el crecimiento de bacterias, ayudando a mantener las heridas libres de infecciones.
Es muy utilizada para el tratamiento de enfermedades broncorespiratorias por ser un bactericida natural; ayuda a calmar la tos y tiene propiedades sedantes; contiene ácido absórbico, magnesio, zinc y cobre, lo que estimula al sistema inmunológico para curar las enfermedades.
Además, es excelente para la cruda de alcohol, pues aumenta la cantidad de glucógeno en el hígado, favoreciendo la oxigenación y como consecuencia, la metabolización del alcohol. Así que la próxima vez que te pases de copas, tómate un té endulzado con miel y te sentirás de maravilla.
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Yogurt
El yogurt es un alimento probiótico, es decir, contiene un cultivo de microorganismos vivos que benefician la salud a través de la flora intestinal. Se elabora a partir de bacterias benéficas para el organismo que llegan hasta el intestino para protegerlo.
Por eso, el principal aporte del yogurt a nuestra salud es intervenir en nuestros procesos digestivos, ayudándonos a mejorarlos, además de metabolizar las vitaminas que ingerimos para que cumplan su función.
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Las bacterias buenas que contiene el yogurt estimulan la producción de glóbulos blancos y rojos, responsables de defender nuestro organismo de las enfermedades, incluido el cáncer. Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, la gente que consume yogurt corre menos riesgo de padecer cáncer.
El yogurt contiene todos los beneficios de los lácteos, con la ventaja de que las personas intolerantes a la lactosa lo pueden consumir. Entre los principales, se encuentra el calcio, que ayuda a mantener los huesos y dientes sanos y previene la osteoporosis.
Además, chicas, el yogurt ayuda a promover la pérdida de peso. Un estudio publicado por el International Journal of Obesity demostró que adultos obesos que consumieron yogurt light perdieron 22% más peso que las personas que no lo incluyeron en su dieta.
Como ven, es un alimento fundamental en la dieta femenina, pues previene la osteoporosis, una enfermedad que nos afecta mayormente a las mujeres, y nos ayuda a perder peso, además de los múltiples beneficios estéticos que tiene el yogurt. ¡No dejen de incluirlo en su dieta!