Para cada día del hombre, que tiene más beneficios que sabores hay en el supermercado.
El remedio a todos los males ya tiene nombre y apellidos. Se llama yogurt y se puede apellidar como cada uno quiera según sus sabores y marcas preferidas, pero lo que sí es inamovible es la amplia lista de ventajas que presenta este lácteo para la salud en general y el sexo masculino en particular.
No te convierte en héroe, o sí, según se mire. Sus propiedades hacen aumentar la testosterona y ya sabemos todos lo que pasa cuando ésta sube y sube y sube y no quiere bajar. Al menos, ya sabemos dónde sí ser auténticos héroes. (No hace falte que bajas ahora a comprarlos, no se van a acabar, termina de leer).
Este lácteo se elabora a partir de las bacterias buenas de la leche, como el Streptococcus termophilus, Lactis y Lactobacillus bulgaricus, entre otros, de manera que sólo con eso ya nos podemos hacer una idea de las cosas buenas que nos puede deparar comer yogurt.
Sin contar la versión light del lácteo, el yogurt contiene poca grasa, es proteína natural y tiene un efecto saciante, por lo que combina perfectamente con las dietas más estrictas o con, simplemente, una alimentación correcta y sana. ç
Además, contiene muy poco colesterol, 29mg, algo beneficioso para aquellas personas que padecen esta enfermedad y que necesitan tener a mano una fuente de calcio sin caer en el error de consumir grasa.
La energía que contiene es más efectiva en hombre que en mujeres, dotándoles de una dosis extra de refuerzo en energía y actividad. Los yogures líquidos son incluso las que mejor funcionan.
Y, la buena noticia, según un estudio del Nacional Institute of Cancer de Estados Unidos, las personas asiduas a consumir este lácteo presentan más resistencia en el sufrimiento de enfermedades como el cáncer. ¿Por qué? Porque los prebióticos ayudan a la supresión de tumores y tienen efectos antimutagénicos.