Científicos de la Norwegian University of Life Sciences han desarrollado un estudio para examinar la capacidad de supervivencia de los probióticos en el sistema digestivo humano, y han concluido que algunas cepas de bacteria sobreviven mejor si se consumen como leche fermentada.
El estudio trataba de probar la resistencia de las cepas expuestas a los ácidos y a las sales biliares, el método tradicional para conocer el potencial de la bacteria probiótica. También fue examinada dentro de un proceso que imitaba el sistema digestivo humano, a temperaturas corporales.
Los experimentos sobre la digestión permitieron a los investigadores simular con mayor precisión los factores de estrés que podrían afectar a la supervivencia y desarrollo de la bacteria en el estómago.
«Estos resultados parecen confirmar que alimentos como la leche fermentada podrían servir para proteger y mejorar la supervivencia de algunas bacterias», dijo el profesor Siv Skeie del Departamento de Química, Biotecnología y Ciencias Alimentarias.