Algunos lácteos, como el yogurt y el queso, pueden prevenir las enfermedades gástricas y hasta curarlas gracias a la presencia de probióticos, microorganismos vivos que ingeridos pueden proporcionar numerosos beneficios al organismo y ayudar a mantener sana la flora intestinal.
Ana María Madrid, jefa del Laboratorio de Enfermedades Funcionales Digestivas del Servicio de Gastroenterología del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, explicó a Cooperativa.cl que «los probióticos, como alternativa natural, son productos que contienen un número suficiente de bacterias, con un efecto benéfico en patologías gastrointestinales».
«Por ejemplo tienen excelente resultado como tratamiento de la diarrea provocada por el rota virus, la colitis por la enfermedad Clostridium difficile y en las molestias provocadas por el síndrome de intestino irritable», agregó.
En Chile, el 25 por ciento de las personas padecen de síndrome de intestino irritable, por lo que el consumo de probióticos se hace vital por lo menos una vez al día, según la doctora Madrid.
Con éstos se puede evitar desordenes como estreñimiento, hinchazón y mala absorción de la lactosa; y también ayudan a disminuir el nivel de «colesterol malo» y a mantener el índice de masa corporal (IMC).
«Se han probado que suministrar bacterias probióticas a bebés y a sus madres, con un historial familiar de afecciones alérgicas, reduce la aparición de eccemas o dermatitis atópica», señaló la gastroenteróloga.
La especialista agregó que «además podrían ayudar a aliviar los cólicos del lactante y que también ayudan a proteger contra las alergias alimentarias».
En tanto, la Organización Mundial de Gastroenterología -en el marco del Día Mundial de la Salud Digestiva que se celebra este jueves- hizo hincapié en la utilización de alimentos con probióticos para la prevención de enfermedades gastrointestinales.