A nivel mundial existen centenares de variedades diferentes de quesos. La mayoría están elaborados con leche de vaca mientras otros lo son con leche de cabra o de oveja. En algunos países comer queso en la comida o la cena es una parte muy importante de la cultura gastronómica local.
Personalmente soy un gran consumidor de queso y difícilmente concibo un día sin comer queso en algún momento. A manera de guía muy subjetiva te comparto lo que a mi parecer son los 11 quesos que tienes que probar en algún momento de tu vida gastronómica.
1. Roquefort
Este es probablemente el queso «azul» más imitado del mundo. Hecho con leche de oveja coagulada a la que se le añade una bacteria que provoca la formación del hongo característico del queso azul. Antes de ser vendido el Roquefort es afinado por un periodo de por lo menos cinco meses.
Banon
2. Banon
Producido en los alrededores del pueblo de Banon en la región francesa de Provence, este es un queso de cabra extremadamente cremoso. El queso está envuelto en hojas de castaño en las cuales se deja madurar unos días antes de ser degustado.
3. Munster
Originario de zona del noreste francesa, cercana a la frontera alemana, el munster es conocido antes que nada por su olor. Es muy fuerte y para algunos se asemeja a un fétido olor de pies. Pero pasada la barrera olfativa, resulta que este queso de leche de vaca añejada es uno de los mejores que podrás probar si te agradan los quesos fuertes. Morbier
4. Morbier
Producido con leche de vaca no pasteurizada, el morbier es un clásico de los quesos franceses. Se caracteriza por su línea de cenizas negras provenientes de carbón natural que une las dos partes del queso y le da su identidad inconfundible. Muy cremoso y afrutado es perfecto para ser degustado sólo con una buena copa de vino tinto.
Brie De Meaux
5. Brie de Meaux
La familia de los quesos brie no presenta gran interés salvo el Brie de Meaux que es, sin la menor duda, lo mejor que se hace en cuestiones de Brie. El Brie de Meaux se caracteriza por estar elaborado con leche de vaca cruda fermentada lo que le da un aroma mucho más fuerte que cualquier otro Brie.
6. Idiazabal
Un queso español de Denominación de Origen es parte de mis favoritos por su textura y aromas inconfundibles. Elaborado con leche de oveja latxas típicas de las regiones del País Vasco es uno de esos típicos quesos característicos de las regiones norteñas españolas.
Oaxaca Queso
7. Oaxaca
Este es un queso de leche vaca mexicano que tiene la particularidad se estar formado por finos hilos de queso enrollados que terminan formando una bola . Si bien México no tiene una cultural de quesos, este en particular bien vale la pena ser conocido.
Crottin Chavignol
8. Crottin de Chavignol
Existen los queso de cabra y existe el Crottin de Chavignol que después de probarlo ya no querrás comer otra cosa. Hecho con leche de cabra no pasteurizada tiene una ligera costra exterior que protege una perfecta textura interior.
9. Parmigiano reggiano
Es sin duda al queso italiano más conocido y probablemente de los mejores que pueden ser usado en la cocina. Su textura granulada y dura lo hace también muy cómodo para ser laminado y disfrutado tal cual. Está elaborado con leche de vaca y añejado por un periodo mínimo de 12 meses.
Cantal Viejo
10. Cantal viejo
Este es un queso de la región central de Francia y de pasta dura. es muy aromático y perfecto para comerse con una ensalada de hojas verdes y un vino blanco. Existen tres variedades de Cantal: joven, maduro y viejo. Sin embargo el que más vale la pena conocer es éste último.
11. Emmental
Otro clásico que ha sabido colocarse en el gusto de muchos por su textura firme y sus grandes agujeros que lo hacen inconfundible. El queso suizo más conocido a nivel mundial que es muy bueno para la cocina por su facilidad en derretirse perfectamente.
Tratándose de una lista subjetiva, seguramente tendrás en mente algún otro queso que nos quieras compartir para abundar a esta lista. Sin embargo espero que mis propuestas sirvan como guía para que puedas descubrir algunos quesos que quizás no hayas tenido la fortuna de probar.