Es muy probable que la mayoría de dietistas y nutricionistas que conozcas solo vean en la mantequilla un montón de grasa repleta de calorías que te van a llevar inexorablemente hacia un más que seguro infarto o una obesidad latente. Y esto es porque en la actualidad lo que se enseña de la mantequilla en la nutrición convencional (o convencionalista) es justamente una pequeña parte de lo que en realidad supone para nuestra salud la mantequilla.
mantequilla
Es triste pensar que toda la mala prensa que persigue a la mantequilla empieza con los estudios de un solo hombre: Ancel Keys en la década de los años 50. Este hombre formuló una hipótesis acerca de que una dieta alta en grasas saturadas era la razón (prácticamente única) del aumento del riesgo de padecer enfermedades del corazón.
Muchos que aún defienden esta hipótesis ni saben quien era Ancel Keys, y muchos tampoco saben que una hipótesis debe demostrarse. Lo que el tiempo y las estadísticas nos están demostrando es que no podemos creer hipótesis sin verificar, y mucho menos aplicarlas, ya que continua la muerte por infartos y obesidad a pesar que llevamos años peleándonos contra la grasa.
hipotesis
Las ventajas que sobre el inutil conteo de calorías y evitación de la grasa saturada que nos ofrece la mantequilla son las siguientes:
Un alimento repleto de vitaminas liposolubles
La mantequilla es el soporte perfecto para las vitaminas A, D, y E. La grasa que contiene es necesaria para la absorción de estas vitaminas en la forma de más fácil asimilación que existe. La vitamina A en forma de retinol, como es su forma en la mantequilla y demás alimentos de origen animal, necesita de pocos cambios metabólicos para poder ser utilizada por nuestro organismo. La pro-vitamina A de origen vegetal en forma de carotenoides necesita un proceso más complejo de transformación para poder asimilarse.
¿Necesitas Vitamina K2?
Tomar yema de huevo y mantequilla nos asegura el aporte de vitamina K2 necesaria para que nuestros huesos no pierdan sus minerales. Frenar el deterioro con pérdida de masa ósea que producen la osteoporosis y además prevenir y revertir calcificaciones arteriales o de otro tipo que estén en proceso. Así que finalmente la mantequilla no es la causante de enfermedad cardiovascular sino muy al contrario nos ayuda a prevenir el envejecimiento de nuestras arterias.
Comer mantequilla para tener salud y estar delgados
No culpes a la mantequilla de que estás engordando (sobre todo si la acompañas de harina y azúcar en tus recetas). La mantequilla es una fuente rica de ácidos grasos de cadena corta y media, de esas moléculas de ácidos grasos no se depositan más que el 1% de lo que consumas en el tejido adiposo.
Es la mayor fuente de ácido linoleico conjugado (CLA)
Y aunque es conocido por sus propiedades sobre el control del peso, reducción en la grasa corporal total y un ligero aumento en la masa corporal magra (músculo). El beneficio más importante es que este ácido ayuda a aumentar la tasa metabólica en reposo, con lo que los tejidos queman más calorías con el mismo esfuerzo por nuestra parte (1)
La concentración de CLA varía dependiendo de la alimentación que haya recibido el animal, cuanto más pastoreo más cantidad de CLA.
Anticáncer y protector contra las infecciones
El ácido butírico del que la mantequilla contiene aproximadamente un 4% parece tener un efecto inhibidor sobre las células tumorales del colon mientras promueve el crecimiento de las células epiteliales colónicas no infectadas. No es algo muy conocido aún porque por el momento no se entienden exactamente los procesos, pero se ha demostrado que es un mediador en la respuesta inflamatoria colónica, pudiendo usarse como un potencial tratamiento preventivo y terapéutico para contrarrestar la inflamación que se produce en el intestino cuando se sufre colitis ulcerosa o cáncer colorrectal.
En nutrición quedarse en la superficie nunca es una buena opción, sobre todo si tu superficie se limita a grasas y calorías, porque te estás perdiendo lo más importante: la salud