Una investigación ha permitido descubrir que se están utilizando antibióticos en las granjas lecheras de Estados Unidos, fármacos que hasta el momento no eran detectados porque no estaban contemplados en las pruebas y controles de calidad, por lo que posiblemente haya entrado en la cadena alimentaria leche con restos de antibióticos.
Leche contaminada con fármacos
Como sabemos, el uso de antibióticos como medida de prevención para evitar que los animales enfermen está muy extendido en Estados Unidos, esto supone un grave problema, ya que los microorganismos patógenos generan resistencia a estos fármacos. Sobre este tema merece la pena dar un vistazo al informe de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, en él se proporcionaban datos sobre las consecuencias del uso de antibióticos en animales sanos como medida preventiva.
En lo referente a las vacas lecheras, a diferencia de otros animales que se crían principalmente por su carne, utilizar antibióticos como medida preventiva supone una violación de las normas de seguridad alimentaria, ya que los residuos de los fármacos aparecen inmediatamente en la leche. Se suele controlar la presencia de seis de los antibióticos más utilizados por los ganaderos y cuando se detecta una muestra positiva se rechaza y permanece almacenada.
Ahora, un nuevo informe de la FDA (Food and Drug Administration) ha dado a conocer que algunos ganaderos esquivan los controles utilizando determinados antibióticos que no se detectan en las pruebas y controles que se realizan, fármacos que no se deben utilizar con vacas lecheras. La FDA ha buscado 31 medicamentos diferentes en muestras de leche recogidas en 2.000 granjas lecheras, de ellas, la mitad estaban bajo sospecha a causa del envío de vacas al matadero cuya carne contenía restos de antibióticos, el resto de explotaciones fueron elegidas al azar.
En el análisis de las muestras de explotaciones bajo sospecha se detectó que un 1% de las muestras contenían un antibiótico denominado Florfenicol, antibiótico bacteriostático de amplio espectro que se considera un fármaco de reserva dada su toxicidad sobre la médula ósea, además de provocar otros problemas. Este fármaco también fue detectado en un 0″ 4% de las muestras recogidas de forma aleatoria. Pero además se encontraron once medicamentos diferentes en la leche de vaca y lo más preocupante, ninguno de ellos ha sido aprobado por la FDA para ser utilizado en vacas lecheras. Lo que nos sorprende es saber que las muestras fueron recogidas de forma anónima, sin identificar a qué granja pertenecían, por lo que no se puede averiguar quiénes y por qué utilizaron los fármacos. Se argumenta que el muestreo se realizó con fines de investigación, por ello se recogieron de forma anónima, algo que resulta un poco difícil de creer.
Investigadores de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Estatal de Kansas explican que lo que se está haciendo es totalmente ilegal, se ha detectado Ciprofloxacin, un antibiótico que se emplea para tratar una amplia variedad de infecciones humanas de carácter bacteriano, ocupando un papel importante en las pautas de tratamiento emitidas por sociedades médicas de prestigio para el tratamiento de infecciones graves. También se ha detectado Sulfadimidina, un antibacteriano elaborado con compuestos orgánicos sintéticos que inhiben el crecimiento de las bacterias.
Los veterinarios deben asegurarse de que no se introducen residuos de fármacos en la cadena alimentaria, para ello realizan los controles oportunos. Además, a pesar de que son medicamentos ilegales, los veterinarios autorizan su uso en vacas lecheras sólo en determinadas circunstancias, pero los ganaderos se saltan a la torera la legislación y los utilizan por cuenta propia, por lo que la garantía veterinaria ha servido de poco hasta ahora. Los veterinarios han preferido ver el vaso medio lleno que medio vacío, asegurando que los resultados obtenidos son satisfactorios, ya que el número de violaciones de la legislación es reducido, lo que indica que el sistema funciona correctamente.
La FDA se ha propuesto trabajar para evitar que se utilicen de forma ilegal fármacos por parte de los ganaderos, por lo que es posible que a partir de ahora se incluyan más antibióticos en los análisis que se realizan a la leche de vaca. A través de este comunicado (Pdf) de la FDA podréis conocer con detalle los fármacos detectados y los procedimientos que se han empleado para ello.